Hipertensión: Omega-3 como remedio natural

Los omega-3 representan una valiosa terapia complementaria para la prevención y el control de la hipertensión, uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. Su acción se traduce principalmente en un efecto hipotensor y reductor de la aterosclerosis.

 

 

Proteger el corazón y los vasos sanguíneos reduciendo la presión

 

Afortunadamente, la presión arterial es un parámetro modificable. Mantener sus valores bajo control reduce la probabilidad de desarrollar enfermedades del sistema circulatorio y, en consecuencia, de sufrir accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio o demencia. 

En las situaciones que requieren tratamiento farmacológico, los especialistas recomiendantomar antihipertensivos. Sin embargo, son los propios expertos quienes insisten en la importancia de un estilo de vida saludable, caracterizado por una dieta de calidad y una actividad física regular.

 

 

El papel del Omega-3

 

Varios estudios han demostrado que los suplementos de aceite de pescado pueden reducir la tensión arterial, sobre todo en personas mayores y en hipertensos.

 

Dado que bastan pequeñas reducciones de la presión arterial para disminuir significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares, incluso el modesto efecto ejercido por los Omega-3 puede ser útil a este respecto.  

 

Por otra parte, estos ácidos grasos reducen los niveles de colesterol, dificultan la formación de trombos y regulan la dilatación de los vasos sanguíneos. Estas actividades confieren a los Omega-3 un importante papel en la prevención y el control de la aterosclerosis.

 

De hecho, se ha demostrado que, a diferencia de una dieta rica en grasas saturadas, los ácidos grasos insaturados disminuyen el riesgo de episodios cardiovasculares isquémicos.

 

Y mientras que las grasas saturadas desequilibran las concentraciones de lípidos en sangre y pueden afectar negativamente a la tensión arterial, la ingesta de ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico contenido en el aceite de oliva, y poliinsaturados, como el Omega-3, mantienen la tensión arterial bajo control.

 

Por último, el consumo regular de pescado rico en EPA y DHA y la toma de suplementos dietéticos de aceite de pescado ayudan a combatir la hipertensión porque mejoran las concentraciones de triglicéridos, la agregación plaquetaria y las funciones de la pared interna de los vasos sanguíneos.