Omega-3: efectos secundarios y precauciones de empleo

Precauciones

Los complementos alimenticios sólo deben tomarse bajo supervisión médica.

Los principios activos que contienen tienen posibles efectos secundarios y pueden interactuar con determinados medicamentos. En particular, los ácidos grasos omega-3 deben ser utilizados con precaución por quienes toman anticoagulantes.

De hecho, la combinación de estos fármacos con cantidades excesivas de Omega-3 puede aumentar el tiempo de protrombina, un parámetro que mide la eficacia del proceso de coagulación y que aumenta cuanto más ineficaz es éste.

Posibles interacciones

Los suplementos de ácidos grasos omega-3 no deben tomarse sin consultar antes a su médico, especialmente si está tomando algunos de los siguientes medicamentos.

Medicamentos anticoagulantes

Los ácidos grasos omega-3 pueden potenciar los efectos de fármacos anticoagulantes como la aspirina o la warfarina. 

La combinación de aspirina y Omega-3 puede ser útil en el tratamiento de ciertos trastornos, como las cardiopatías. Sin embargo, la administración simultánea de estas dos moléculas sólo debe realizarse bajo consejo y supervisión médica.

Ciclosporinas

La ingesta de ácidos grasos omega-3 durante el tratamiento con ciclosporina puede reducir algunos efectos secundarios tóxicos que pueden manifestar los pacientes trasplantados, como la hipertensión arterial y el daño renal.

Etretinato y esteroides tópicos

Los síntomas de la psoriasis pueden mejorar añadiendo ácidos grasos omega-3, especialmente EPA, al tratamiento tópico con etretinato y corticosteroides.

Medicamentos para reducir el colesterol

Según algunas directrices nutricionales, la eficacia de las estatinas (un grupo de fármacos utilizados para reducir el colesterol, por ejemplo atorvastatina, lovastatina y simvastatina) puede mejorarse aumentando la cantidad de ácidos grasos omega-3 introducidos en la dieta, reduciendo así la proporción de omega-6 frente a omega-3.

Antiinflamatorios no esteroideos

La investigación en animales ha demostrado que la ingesta de ácidos grasos omega-3 puede reducir el riesgo de úlceras por antiinflamatorios no esteroideos (los llamados AINE).

Sin embargo, se necesitan más estudios para determinar si el Omega-3 tiene los mismos efectos protectores en los seres humanos.