Bebés y niños
Los ácidos grasos omega-3 desempeñan un papel fundamental en la salud de lactantes y niños, desde la concepción hasta la infancia, así como en el tratamiento de enfermedades pediátricas.
Actualmente existen tres líneas de investigación relacionadas con el uso de Omega-3 de origen marino (EPA y DHA) para la salud de lactantes y niños:
- fórmulas dietéticas
- asma infantil
- psiquiatría y psicología infantil
Formulaciones dietéticas
Tomar ácidos grasos EPA y DHA durante el embarazo contribuye al desarrollo saludable del bebé.
De hecho, las pruebas científicas han sugerido que las fórmulas enriquecidas en ácidos grasos esenciales, especialmente DHA, promoverían mejores capacidades visuales y cognitivas en los lactantes.
Asma infantil
Un importante estudio ha demostrado que los Omega-3 de origen marino (especialmente el EPA) ingeridos por mujeres embarazadas y lactantes pueden mejorar los síntomas del asma, reducir los marcadores inflamatorios en sangre y mejorar las alergias y la dermatitis atópica en niños que padecen estas afecciones.
Psiquiatría y psicología infantil
Los resultados de un estudio reciente indican que el EPA es el ácido graso poliinsaturado más importante capaz de mejorar la capacidad de aprendizaje y los trastornos de conducta de los niños afectados:
- trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH);
- dislexia;
- Dispraxia.
Se ha demostrado que el EPA y el DHA pueden tener un profundo impacto en la mejora de las capacidades cognitivas e intelectuales en la adolescencia, incluso en aquellos niños que no manifiestan trastornos del aprendizaje en la edad escolar.
Unos niveles elevados de Omega-3 en la sangre del cordón umbilical materno, transferidos al feto a través de la placenta, reducirían el riesgo de obesidad del futuro nonato.
En base a estos hallazgos, pediatras y nutricionistas coinciden, por tanto, en que la suplementación de Omega-3 EPA y DHA de origen marino es de fundamental importancia tanto en la dieta materna como en la neonatal.