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Los beneficios de la ingesta de Omega-3 dependen de los niveles basales en el organismo

Los beneficios del omega 3 son ciertos, pero deben evaluarse caso por caso

Los beneficios de tomar Omega 3 dependen de los niveles de estos ácidos grasos en el organismo antes de iniciar el tratamiento. Ésta es la conclusión a la que ha llegado un grupo de investigadores coordinados por John Newman, de la Universidad de California, Davis (EE UU). El informe se publicó en la revista Journal of Lipid Research1. Para los autores, este hallazgo sugiere que medir los niveles basales de Omega-3 podría ser útil para establecer la eficacia de un tratamiento basado en enriquecer la dieta con estos nutrientes.


Dieta rica en omega-3: por qué es tan importante

Los omega-3 son ácidos grasos esenciales. El organismo no es capaz de sintetizar las cantidades necesarias para mantenerse sano, por lo que la dieta es la única forma de garantizar un suministro adecuado. Sin embargo, la dieta occidental moderna se caracteriza por unos niveles demasiado bajos de estos valiosos nutrientes. Por el contrario, las dietasde los países industrializados abundan en Omega-6, un tipo de grasa de acción opuesta al Omega-3. La variación resultante en la proporción de Omega-6 y Omega-3 en el organismo pone en peligro la buena salud. Aumentando el consumo de pescado azul se pueden contrarrestar los riesgos asociados a la carencia de Omega-3. El pescado azul es la principal fuente dietética de Omega-3 EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico). La ingesta diaria mínima recomendada para prevenir los trastornos cardiovasculares es de 500 miligramos de EPA y DHA totales.


Un efecto que debe evaluarse caso por caso

Tomar Omega-3 no produce los mismos efectos en todos los individuos. Un estudio anterior sugería que las personas con niveles iniciales más bajos de Omega-3 podían beneficiarse más de su ingesta. Sin embargo, en este estudio habían participado muy pocos pacientes como para poder extraer conclusiones definitivas. Por ello, Newman y sus colegas decidieron aclarar este punto midiendo los niveles de Omega-3 en sangre, glóbulos rojos y plaquetas antes y después de un tratamiento de cuatro semanas con estos nutrientes. El análisis de los datos recogidos reveló que el tratamiento aumenta los Omega-3 presentes en el organismo. No sólo eso, cuanto más altos eran los niveles de ácidos grasos antes del tratamiento, menor era el aumento observado en las concentraciones. Los mismos datos permitieron estimar que un individuo de 70 kilos de peso necesitaría tomar 7 miligramos de Omega-3 al día para mantener los niveles de EPA y DHA necesarios para proteger el corazón y las arterias.


Suplementos de omega-3: ¿qué forma elegir?

Las formas más disponibles de Omega-3 son el triglicérido y el éster etílico. En este estudio se administró Omega-3 en forma de ésteres etílicos. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que la absorción de estos ácidos grasos es mayor si se toman en forma de triglicéridos. Para los autores, los resultados de este estudio también podrían ser válidos para otras formas de Omega-3 distintas de los ésteres etílicos.



Fuente:

1. Keenan AH, Pedersen TL, Fillaus K, Larson MK, Shearer GC, Newman JW, 'Basal omega-3 fatty acid status affects fatty acid and oxylipin responses to high-dose n3-HUFA in healthy volunteers', J Lipid Res. 24 de mayo de 2012. [publicación electrónica antes de impresión].