La nutrición puede ser un valioso aliado de la visión. ¿Qué poner en el plato cuando la presión ocular es alta? Entre los ingredientes a privilegiar están las fuentes de Omega-3 y los carotenoides. Dos, en particular, son buenos para los ojos: la luteína y la zeaxantina. Descubramos cuáles son sus principales fuentes.
Estar dotado de una buena capacidad de concentración ayuda a afrontar la vida con una marcha más. Ser capaz de no prestar atención a estímulos irrelevantes permite centrarse en la información realmente importante y permanecer ocupado en una tarea el tiempo suficiente para entrenar las habilidades necesarias para completarla con éxito.
Un niño por clase de 25 alumnos: ésta es la frecuencia del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en la población infantil en Italia.
Las fórmulas enriquecidas con los omega-3 de cadena larga EPA y DHA producen un aumento de peso comparable o a menudo mayor que las fórmulas sin omega-3, tanto en lactantes prematuros como de peso normal.
Desde el correcto desarrollo del feto hasta la prevención de la depresión posparto. Descubra cómo los Omega-3 contribuyen al bienestar durante y después de la gestación.
Complementar la dieta de los niños con aceite de pescado, rico en Omega-3, podría ser una forma eficaz de aumentar su cociente intelectual.
El cambio de estación y la bajada de temperaturas, los cambios entre frío y calor, pueden estropear nuestra piel, volviéndola sensible y agrietada. Más aún la de los niños, que es más sensible y delicada.
Una dieta rica en Omega-6 y pobre en Omega-3 durante la gestación se asocia a anomalías en el desarrollo cerebral del feto. Por tanto, una ingesta inadecuada de ácidos grasos poliinsaturados por parte de la madre aumenta el riesgo de que el feto desarrolle deficiencias cognitivas y de comportamiento.
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Las futuras madres deben tomar 400 miligramos diarios de DHA a partir de la decimoctava semana de gestación para garantizar la salud de sus bebés en los primeros meses de vida.
Durante el embarazo y la lactancia, la ingesta diaria de 400 miligramos de ácido docosahexaenoico (DHA) Omega 3 atenúa la inflamación en los niños.
Aumentar la ingesta de Omega-3 y disminuir simultáneamente la de Omega-6 en la dieta puede mejorar las capacidades cognitivas de niños y jóvenes, especialmente de las niñas.
La ingesta de aproximadamente 200 miligramos al día de Omega 3 DHA por parte de las madres primerizas que dan el pecho en los cuatro meses siguientes al nacimiento aumenta la capacidad de atención sostenida de los niños hasta los 5 años.
Los niveles elevados de Omega 3 DHA (ácido docosahexaenoico) en los glóbulos rojos mejoran la capacidad de escritura y lectura de los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (o síndrome TDAH).
Nuevos beneficios de la ingesta de Omega 3 durante la gestación: 800 mg al día de DHA en la segunda mitad del embarazo reducen tanto el riesgo de muerte perinatal como la aparición de convulsiones neonatales.
Un estudio de la Universidad de Oxford (Reino Unido) publicado en PLoS ONE1 demuestra que la ingesta diaria de Omega-3 mejora la capacidad lectora y el comportamiento de los niños con problemas de lectura.
El descubrimiento, que añade nuevos detalles a las propiedades antialérgicas de estos ácidos grasos, es obra de un grupo de investigadores dirigido por Susan Prescott, de la Universidad de Australia Occidental en Perth (Australia).
Se acerca el invierno y el tiempo fresco del otoño nos recuerda que pronto comenzará la temporada de gripes y enfermedades, sobre todo en los niños, tan expuestos a diversos ataques al vivir en un entorno tan rico como la escuela.