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Niños, ¿qué suplementos para mejorar la concentración?

Niños, ¿qué suplementos para mejorar la concentración?

 

Estar dotado de una buena capacidad de concentración ayuda a afrontar la vida con una marcha más. Ser capaz de no prestar atención a estímulos irrelevantes permite centrarse en la información realmente importante y permanecer ocupado en una tarea el tiempo suficiente para entrenar las habilidades necesarias para completarla con éxito.

 

Por el contrario, vivir con dificultades de concentración puede provocar una cascada de efectos negativos que pueden mermar considerablemente la calidad de vida. Por ejemplo, la incapacidad para concentrarse puede convertirse en estrés y ansiedad, comportamientos inadecuados y dificultades para trabajar en grupo o seguir instrucciones.

 

Por todas estas razones, ayudar a los niños a desarrollar sus capacidades de atención es importante para garantizar no sólo su bienestar presente, sino también el de los futuros adultos que serán. Pero, ¿cómo hacerlo?

 

También entra en juegola nutrición, a cuyos efectos positivos puede contribuir el uso de complementos alimenticios específicos. En efecto, una ingesta adecuada de nutrientes durante la infancia es crucial para promover la salud a largo plazo. Se sabe, por ejemplo, que una dieta desequilibrada puede predisponer a los niños a convertirse en adultos con tendencia al sobrepeso. Y también se sabe que lo que uno come cuando es niño también puede influir en el funcionamiento de su sistema nervioso central.

 



Nutrientes aliados del cerebro

 

Los alimentos muy procesados y los azúcares añadidos en los que son ricos no pertenecen a la lista de alimentos y nutrientes aliados de la concentración de los niños. Por eso es mejor no abusar de ellos y fomentar el consumo de alimentos nutricionalmente más ricos desde una edad temprana.

 

De hecho, la mayoría de los nutrientes aliados del cerebro son moléculas infrarrepresentadas en los alimentos obtenidos mediante un procesamiento muy pesado, en particular las vitaminas y los minerales. Ni siquiera el Omega 3, las grasas "buenas" que ayudan a formar las membranas de las células nerviosas, cuyo funcionamiento regulan, no abundan en los alimentos industriales que, por desgracia, tantos niños consumen más a menudo de lo que deberían.

 



¿Por qué el Omega 3 puede ayudarle a concentrarse?

 

El EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosahexaenoico), los principales omega-3 capaces de producir efectos beneficiosos para el organismo, son componentes esenciales del cerebro. Aquí, como ya se ha dicho, forman parte de las membranas de las células nerviosas, que son especialmente ricas en DHA.

 

Además de intervenir en la producción de nuevas neuronas, la formación de sus prolongaciones (a través de las cuales viajan los mensajes nerviosos) y la formación de sinapsis (los puntos de contacto entre las células que permiten el paso de los impulsos nerviosos de una a otra), el DHA también es crucial para que el cerebro responda correctamente a los estímulos a los que se ve sometido.

 

Al hacer más fluidas las membranas, el DHA mejora la funcionalidad de las proteínas que contienen y la transmisión del impulso nervioso. Y, por último, pero no por ello menos importante, ayuda a las células nerviosas a sobrevivir y mantenerse sanas protegiéndolas del estrés oxidativo y la inflamación.

 

Los datos de la literatura científica son claros: el DHA ayuda al cerebro a funcionar a pleno rendimiento. Y puesto que las necesidades diarias de EPA y DHA deben cubrirse con alimentos (el cuerpo humano no puede producirlos con suficiente eficacia), el tipo de alimentación de los niños puede ser decisivo para sus capacidades cognitivas, incluida su capacidad de concentración.

 

Los primeros beneficios son evidentes desde una edad temprana. Estudios con niños de entre 6 y 12 meses que tomaban aceite de pescado (una de las mejores fuentes de EPA y DHA) hallaron una asociación entre el Omega 3 y la capacidad de atención durante el juego libre.

 

En el caso de los niños algo mayores, muchas pistas sobre los beneficios de estas grasas en términos de capacidad de atención proceden de estudios realizados en presencia de trastorno por déficit de atención con hiperactividad(TDAH).

 

El TDAH se asocia a menudo a carencias de Omega 3; la administración de suplementos puede mejorar el rendimiento cognitivo de los niños y adolescentes que padecen este síndrome. En concreto, entre los 6 y los 12 años, parece posible mejorar varias capacidades alteradas por el TDAH, incluida la atención, tomando Omega 3 durante entre 8 y 30 semanas.

 

Se cree que estos beneficios de los Omega 3 pueden depender de sus propiedades antiinflamatorias y de sus efectos sobre la composición y fluidez de las membranas neuronales (y, por tanto, sobre la transmisión del impulso nervioso). En concreto, la ingesta de DHA se asocia a una mayoractivación del córtex prefrontal, una zona del cerebro asociada a las capacidades de autorregulación, que se ven reducidas en el TDAH; a la inversa, un índice bajo de Omega 3 (un indicador de niveles bajos de Omega 3) se asocia a una reducción de las capacidades cognitivas de autorregulación y las deficiencias de Omega 3 pueden perjudicar la transmisión nerviosa mediada por la dopamina, un neurotransmisor con un papel en la atención.

 

Datos de este tipo sugieren la utilidad potencial de la suplementación con Omega 3 para promover una buena concentración en los niños. En ausencia de trastornos como el TDAH (es decir, en casos de desarrollo cognitivo denominado "típico"), la dosis mínima útil parece ser de 450 mg al día.

 



¿Qué vitaminas y minerales?

 

Los datos sobre los beneficios de las vitaminas y los minerales para las capacidades cognitivas también proceden de estudios sobre niños con TDAH. Los resultados más alentadores se refieren al zinc y, sobre todo, a la vitamina D. Casi toda la información sobre esta última apunta a una reducción de los síntomas asociados al síndrome.

 

En cambio, los beneficios observados tras tomar multivitaminas y multiminerales son más dudosos.

 



Suplementos sí, pero no solos

 

En general, el uso de suplementos para favorecer la capacidad de concentración de los niños parece un enfoque más que sensato si se eligen los ingredientes adecuados. Y basándonos en la información disponible actualmente, la mejor opción parece ser el Omega 3 y la vitamina D.

 

Los suplementos de omega 3 pueden ser especialmente útiles cuando -como por desgracia suele ocurrir en el caso de los niños- el consumo de pescado no alcanza la frecuencia recomendada. Sin embargo, conviene recordar que la eficacia de su uso depende también de otros factores, como la presencia de carencias nutricionales (que deben corregirse previamente) y otras intervenciones no nutricionales.

 

En cuanto a la concentración, otras estrategias potencialmente útiles para aumentarla son reducir los estímulos distractores, hablar al niño utilizando un lenguaje sencillo y llamando su atención y, en el caso de las dificultades de atención de origen sensorial, la terapia de integración sensorial.

 

 

Referencias bibliográficas:

 

Chang JPC et al. Omega-3 Polyunsaturated Fatty Acids in Youths with Attention Deficit Hyperactivity Disorder: a Systematic Review and Meta-Analysis of Clinical Trials and Biological Studies. Neuropsicofarmacología. 2018 Feb;43(3):534-545. doi: 10.1038/npp.2017.160

 

Roach LA et al. Effect of Omega-3 Supplementation on Self-Regulation in Typically Developing Preschool-Aged Children: Results of the Omega Kid Pilot Study-A Randomised, Double-Blind, Placebo-Controlled Trial. Nutrients. 2021 Oct; 13(10): 3561. doi: 10.3390/nu13103561

 

Rosi E et al. Use of Non-Pharmacological Supplementations in Children and Adolescents with Attention Deficit/Hyperactivity Disorder: A Critical Review. Nutrients. 2020 Jun; 12(6): 1573.

doi: 10.3390/nu12061573

 

Stonehouse W. ¿El consumo de LC Omega-3 PUFA mejora el rendimiento cognitivo en niños sanos en edad escolar and durante la edad adulta? Evidence from Clinical Trials. Nutrients. 2014 Jul; 6(7): 2730-2758. doi: 10.3390/nu6072730

 

van der Wurff ISM et al. Effect of Omega-3 Long Chain Polyunsaturated Fatty Acids (n-3 LCPUFA) Supplementation on Cognition in Children and Adolescents: A Systematic Literature Review with a Focus on n-3 LCPUFA Blood Values and Dose of DHA and EPA. Nutrients. 2020 Oct 12;12(10):3115. doi: 10.3390/nu12103115