El omega-3 del aceite de pescado y la actividad física mejoran los niveles de lípidos en el síndrome metabólico
Síndrome metabólico: una ayuda del combo deporte y Omega 3
El ejercicio y la ingesta de aceite de pescado rico en Omega 3 ayudan al metabolismo de los lípidos en las personas obesas que padecen síndrome metabólico. A esta conclusión ha llegado un grupo de investigadores de la Universidad Curtin de Perth (Australia). Los resultados de su estudio, publicado en la revista Nutrition and Metabolism, demuestran laeficacia de una terapia basada en la actividad física regular y el aceite de pescado para contrarrestar las alteraciones del metabolismo de las grasas en quienes padecen síndrome metabólico.
Síndrome metabólico, un problema (también) de grasa
El síndrome metabólico se caracteriza por trastornos asociados a la resistencia a la insulina, la hormona que controla la utilización de los azúcares en el organismo, y un mayor riesgo de inflamación, trombosis y presencia de lípidos asociados a la aterosclerosis. En particular, en los individuos obesos, los niveles de grasa se alteran después de las comidas en comparación con la norma. Al mismo tiempo, en estos sujetos es posible encontrar una mayor presencia, en ayunas, de quilomicrones, moléculas que recogen en el intestino los triglicéridos y el colesterol introducidos con los alimentos y que, por lo general, sólo están presentes después de las comidas. La acumulación de estas moléculas, asociada a un mayor riesgo de aterosclerosis, es difícil de tratar con las terapias tradicionales. De hecho, ni el aumento de la actividad de la insulina, ni la pérdida de peso, ni el uso de medicamentos contra el colesterol bastan para reducir las concentraciones de apoB48, molécula que indica la presencia de quilomicrones. Sin embargo, los estudios han demostrado que la ingesta de aceite de pescado aumenta la eficacia de los fármacos contra el colesterol y que los ácidos grasos omega-3 reducen los niveles de quilomicrones. Por otra parte, en individuos sanos, laactividad física mejora el metabolismo de las grasas después de las comidas.
El estudio
Partiendo de esta base, investigadores australianos evaluaron el efecto del ejercicio y la ingesta de Omega-3 sobre los niveles de quilomicrones en individuos obesos con síndrome metabólico. Los participantes en el estudio tomaron cápsulas de aceite de pescado -un total de 1,7 gramos de Omega-3 al día- o comprimidos que contenían un placebo durante 16 semanas. Tras las cuatro primeras semanas, todos los sujetos fueron asignados a un programa de ejercicio. Antes del inicio del experimento y a las 4 y 16 semanas, los investigadores recogieron muestras de sangre de cada participante tanto en ayunas como después de una comida estándar. Los análisis realizados con estas muestras mostraron que el aceite de pescado por sí solo reduce los niveles de triglicéridos después de las comidas en casi un 20% y que combinarlo con ejercicio aumenta este efecto. Además, la combinación de ingesta de aceite de pescado y ejercicio reduce tanto las concentraciones de triglicéridos en ayunas como las de apoB48.
Omega-3 y ejercicio, la combinación ganadora
Basándose en estos resultados, los investigadores concluyeron queel aceite de pescado mejora los niveles de triglicéridos, mientras que la actividad física debe combinarse con la ingesta de Omega-3 para que los valores de quilomicrones vuelvan a la normalidad. Según los autores, este efecto podría basarse en la acción independiente de los Omega-3 y el ejercicio sobre el hígado, lo que mejoraría los procesos de absorción de los quilomicrones por este órgano.