Sistema cardiovascular

El riesgo de parada cardiaca se reduce un 15% con Omega-3

Riesgo de infarto: 15% menos de probabilidades tomando aceite de pescado

Consumir mayores cantidades de Omega-3 y aumentar sus niveles en sangre puede reducir el riesgo de parada cardiaca hasta en un 15%. Un análisis publicado en la revista Clinical Nutrion1 confirma los beneficios de los Omega-3 para el corazón. Sus autores, dirigidos por expertos del Brigham and Women's Hospital y de la Universidad de Harvard en Boston (EE.UU.), revisaron los estudios realizados hasta la fecha y concluyeron que estos ácidos grasos ejercen efectivamente un efecto protector sobre el corazón.



Parada cardiaca: pistas sobre la utilidad de los Omega-3

Los beneficios del Omega-3 para la salud son diversos. Afectan a varios órganos, del cerebro a las articulaciones, de la piel a los ojos. La mayoría de los estudios sobre sus efectos se refieren al sistema cardiovascular. Las primeras hipótesis de un vínculo entre el consumo de estos ácidos grasos y la salud del corazón y los vasos sanguíneos se remontan a hace unos 40 años. Desde entonces, varios investigadores han intentado probar esta hipótesis, y los datos que la apoyan son cada vez más numerosos. Entre ellos, muchos indican que los Omega-3 reducen la mortalidad en caso de parada cardiaca. Sin embargo, las pruebas de que influyen en la incidencia de este evento son más fragmentarias. Más Omega-3, menos infartos Para tratar de aclararlo, los investigadores de Boston compararon los resultados obtenidos en los siete estudios más relevantes publicados antes de finales de agosto de 2011. El análisis incluyó datos de 176.441 individuos, con un total de 5.480 casos de paro cardíaco. Los autores calcularon que los individuos con niveles más altos de Omega-3 tenían un 14% menos de riesgo de sufrir un paro cardiaco que aquellos con niveles más bajos. El efecto es similar en quienes consumen pescados grasos ricos en Omega-3: los consumidores frecuentes tienen un 15% menos de probabilidades de sufrir este evento. El efecto protector es proporcional a la cantidad de pescado consumido: el riesgo disminuye un 5% por cada 15 gramos de pescado al día. Del mismo modo, un aumento del consumo diario de Omega-3 EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico) de 125 miligramos corresponde a una reducción del 3% del riesgo de parada cardiaca. Para los expertos en la materia, este efecto indica el gran potencial de los Omega-3 en la protección de la salud cardiovascular.


Protección confirmada

Los resultados de este análisis respaldan los datos de estudios anteriores que indican que el consumo de EPA y DHA podría reducir el riesgo de infarto de miocardio. Según los autores, en la base de este efecto podría estar la capacidad del pescado y los Omega-3 para reducir los niveles de triglicéridos y regular los niveles totales de grasa en la sangre, mejorar la función ventricular, la frecuencia cardiaca y el estado inflamatorio.  



Fuente 1. Djoussé L, Akinkuolie AO, Wu JH, Ding EL, Gaziano JM, 'Fish consumption, omega-3 fatty acids and risk of heart failure: A meta-analysis', Clin Nutr. 2012 Jun 6.