¿Cuáles son las fuentes de omega-3 más adecuadas para los deportistas?
El EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosahexaenoico) son las dos moléculas que desempeñan las actividades atribuidas al omega 3, por ejemplo, reducir la inflamación después del ejercicio. En teoría, pueden obtenerse a partir de su precursor, el ácido alfa-linolénico (ALA), que es el omega 3 abundante en fuentes vegetales «terrestres», como las nueces, las semillas de lino y los aceites derivados. Sin embargo, lamentablemente, el organismo humano no es un buen productor de EPA y DHA: la cantidad de ALA que puede convertir en DHA es inferior al 1 % en los hombres y ligeramente superior en las mujeres; y la eficiencia de la conversión de ALA en EPA tampoco es satisfactoria.