Espondilitis anquilosante

La espondilitis anquilosante es una de las enfermedades autoinmunes. En efecto, varios estudios han puesto de relieve los beneficios del omega-3 en el tratamiento de esta enfermedad:
  • reducción de los síntomas
  • limitar el uso de los fármacos necesarios para contrarrestar la inflamación.

Espondilitis e inflamación

La espondilitis anquilosante (literalmente: "inflamación de la columna vertebral que causa bloqueo") es una enfermedad reumática de origen autoinmune. En otras palabras, en su base hay una respuesta anormal del sistema inmunitario, que ataca a sus propias células. Se trata de una enfermedad crónica en la que se inflama el cartílago del interior de las articulaciones. En los estados más graves, la progresión de la enfermedad conduce a la fusión de las articulaciones. Los tejidos de la columna vertebral son los primeros en verse afectados. Los trastornos pueden extenderse después a los hombros, las rodillas y los pies. La evolución de la enfermedad varía de un individuo a otro, pero desgraciadamente también puede provocar discapacidad.

Hipótesis de tratamiento

Algunas investigaciones sugieren que ciertos alimentos pueden reducir la inflamación asociada a las enfermedades autoinmunes, mientras que otros alimentos la aumentan. Por este motivo, la hipótesis de la utilidad de una "dieta alternativa" para ayudar a los enfermos de este tipo de enfermedades es cada vez más popular. Del mismo modo, el uso de fitoterapia y complementos alimenticios específicos se ha convertido cada vez más en parte de la vida cotidiana, especialmente en Estados Unidos. El ácido omega-3 eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) se encuentran entre las moléculas que han demostrado su eficacia a este respecto.

Omega-3 en el tratamiento de la espondilitis anquilosante

Varios estudios han puesto de relieve los beneficios de los ácidos grasos para los pacientes artríticos. En concreto, se afirma que su eficacia se basa en su capacidad para modular los procesos inflamatorios. Enriquecer ladieta con Omega-3 ayuda a mejorar los síntomas de la enfermedad, lo que se traduce en una reducción de:
  • dolor
  • rigidez articular
  • inflamación

Y no sólo eso, al tomar estos ácidos grasos, los pacientes con artritis pueden reducir la cantidad de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) que se utilizan normalmente para controlar los procesos inflamatorios. Otras investigaciones se han centrado más específicamente en el uso de Omega-3 en el tratamiento de los síntomas de la espondilitis anquilosante. En concreto, investigadores del hospital de Gällivare, en Suecia, involucraron a 24 pacientes en un estudio que incluía la ingesta de EPA y DHA en dos dosis diferentes. Un primer grupo de pacientes recibió 1,95 gramos de Omega-3 al día, mientras que el resto tomó 4,55 gramos diarios. El seguimiento de la progresión de la enfermedad 7, 14 y 21 semanas después del inicio del tratamiento demostró que la dosis más alta de Omega-3 era capaz de reducir significativamente la actividad de la enfermedad. Por este motivo, los investigadores concluyeron que dosis adecuadas de EPA y DHA ayudan a contrarrestar la espondilitis anquilosante.

Datos alentadores

Aunque no son concluyentes, los resultados obtenidos hasta la fecha animan a realizar más ensayos para comprobar la eficacia del omega-3 en el tratamiento de la espondilitis anquilosante y otras enfermedades artríticas. Por el momento, el enfoque más eficaz para el tratamiento de las enfermedades reumáticas de origen autoinmune sigue siendo la medicación, como los antiinflamatorios no esteroideos, los fármacos con cortisona y los inmunosupresores. Sin embargo, los datos de la literatura científica animan a seguir un régimen nutricional adecuado para sentirse mejor y vivir más tranquilo con la enfermedad.