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Varios datos recogidos a lo largo de los años sugieren que el aumento de los casos de asma también puede estar relacionado con factores dietéticos.

 

 

En las dietas occidentales, la cantidad de ácidos grasos omega-6, que se sabe que tienen propiedades proinflamatorias, es de 20 a 25 veces superior a la de omega-3, que reduce la inflamación.

 

 

Por esta razón, los científicos han probado el potencial de los Omega-3 en el tratamiento de los síntomas del asma en varios estudios independientes. Los resultados se resumieron en un análisis publicado en el European Journal of Clinical Nutrition.

 

 

Según los autores del artículo, los datos sobre la eficacia de la ingesta de Omega-3 para aliviar los síntomas del asma siguen siendo contradictorios.

 

 

Sin embargo, los suplementos de aceite de pescado, ricos en Omega-3, reducen el estrechamiento de las vías respiratorias y la producción de moléculas implicadas en procesos inflamatorios en atletas que sufren broncoconstricción inducida por el ejercicio.

 

 

Es más, estos deportistas también pueden reducir la cantidad de medicación que toman si la combinan conaceite de pescado.

 

 

Por este motivo, los expertos consideran probable que la ingesta del Omega-3 contenido en el aceite de pescado sea una alternativa viable o un buen complemento a las terapias actuales contra el asma y la broncoconstricción.