El sistema nervioso y el Omega-3: un cerebro sano
Más del 60% de la masa cerebral está compuesta por ácidos grasos. ¿Lo sabía? Esto significa que la mayor parte del Omega-3 de su cuerpo se almacena en el cerebro. Y allí desempeña un papel clave para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Omega-3, membranas celulares y neurotransmisores
Imaginemos que observamos el tejido nervioso del cerebro a través de la lente de un microscopio: en su interior vemos, concentrados en las membranas celulares, los Omega-3. El DHA (ácido docosahexaenoico) es el más abundante, pero el EPA (ácido eicosapentaenoico) también está presente en menor medida.
El DHA, en particular, está presente:
- en la retina, donde recibe los impulsos visuales y los transmite al cerebro;
- en las sinapsis, los puntos de las neuronas por donde pasa el impulso nervioso;
- en las mitocondrias, los elementos celulares que, incluso en las neuronas, aseguran la producción de energía.
Ahora desplazamos el foco de nuestro microscopio a las sinapsis para observar los ácidos grasos en acción: allí, los Omega-3 intervienen en la producción y liberación de ciertos neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, moléculas indispensables para la transmisión del impulso nervioso.
Para que se haga una idea de lo esenciales que son estos neurotransmisores, considere lo siguiente:
- Cuando los niveles de serotonina son bajos, aumenta la probabilidad de estados depresivos o comportamientos violentos.
- La deficiencia de dopamina aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson o el trastorno por déficit de atención (una afección caracterizada por la dificultad para concentrarse en tareas inmediatas).
Omega-3 y cerebro: construye tu bienestar gota a gota
¿Cómo nutrir su sistema nervioso con ácidos grasos? Las investigaciones demuestran que dosis generosas de aceite de pescado, rico en Omega-3, ayudan a mantener niveles elevados de serotonina y dopamina.
Los experimentos revelan que las células nerviosas cultivadas en laboratorio necesitan estos ácidos grasos para multiplicarse, especializarse y desempeñar su función en la transmisión de los impulsos nerviosos.
Todo esto significa que los Omega-3 desempeñan un papel crucial en el apoyo a la salud de su sistema nervioso y su bienestar mental y físico. Juntos podemos marcar una verdadera diferencia en su vida.