Alimentación

Obesidad y síndrome del comedor nocturno, nuevas esperanzas gracias a los omega-3

Obesidad y síndrome del comedor nocturno: la valiosa ayuda del EPA y el DHA

El síndrome del comedor nocturno es un trastorno alimentario caracterizado por el consumo incontrolado de alimentos durante la noche y asociado a un comportamiento anoréxico durante el día. Se sabe que los trastornos psicológicos de este tipo aumentan el riesgo de ganar peso hasta llegar a la obesidad, pero aún no se conocen con certeza los mecanismos que desencadenan este comportamiento. Un nuevo estudio ha revelado que los omega-3 podrían frenar el aumento de peso asociado a estos y otros trastornos alimentarios. 


Desarrollando esta hipótesis se encuentran Garret FitzGerald y sus colaboradores de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia (EE.UU.), quienes, gracias a una serie de experimentos realizados en ratones, han revelado la implicación del Omega-3 en la comunicación entre las células grasas y el cerebro de quienes comen a horas inusuales. Según un informe publicado en las páginas de Nature Medicine, basta con eliminar de la grasa un gen que controla elreloj biológico para que los animales coman fuera de horas, disminuyan los niveles de Omega-3 en las células y los ratones se vuelvan obesos. La buena noticia, sin embargo, es que basta con dar a los animales EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico), los dos Omega-3 en los que es rico el pescado, para que todo vuelva a la normalidad.


Comer por la noche: un problema de comunicación


Todo organismo consigue mantener un equilibrio entre la energía consumida y la ingerida con los alimentos gracias a complejas señales intercambiadas entre el sistema nervioso y otros órganos, como el hígado y el corazón. La grasa también participa en este intercambio de mensajes. De hecho, además de almacenar y liberar energía, las células adiposas comunican al cerebro cuánta grasa han acumulado. La portadora de estos mensajes es la leptina, una hormona que aumenta el consumo de energía y reduce la ingesta de alimentos mediante mecanismos regulados por la zona del cerebro conocida como hipotálamo

FitzGerald y sus colegas descubrieron que la supresión de un gen responsable del reloj biológico de las células adiposas hace que los ratones, que suelen comer de noche, empiecen a hacerlo de día. Este comportamiento, explicaron los científicos, está asociado a alteraciones en la actividad del hipotálamo. Profundizando en este mecanismo, los investigadores observaron una disminución de los niveles de EPA y DHA en las células grasas de estos ratones. En consecuencia, cuando los animales comían fuera de horas, la secreción de estos omega-3 en la sangre y su presencia en el hipotálamo parecían reducidas.


Resuelva el problema con Omega-3


Georgios Paschos, primer autor de la investigación, explicó que el resultado más emocionante fue poder eliminar las fluctuaciones anormales de los niveles de Omega-3 y la expresión génica en el hipotálamo, el comportamiento alimentario y la tendencia a la obesidad simplemente administrando EPA y DHA a los ratones. Estos resultados demuestran el papel central que desempeñan las células adiposas y los Omega-3 que segregan para garantizar la comunicación con el hipotálamo, que, de este modo, puede regular adecuadamente el consumo de energía. Por otra parte, este estudio también revela que alteraciones en los mecanismos en los que participan los Omega-3 pueden estar detrás de la mayor incidencia de obesidad entre quienes trabajan de noche o sufren trastornos del sueño. 



Fuente Paschos GK, Ibrahim S, Song WL, Kunieda T, Grant G, Reyes TM, Bradfield CA, Vaughan CH, Eiden M, Masoodi M, Griffin JL, Wang F, Lawson JA, Fitzgerald GA, 'Obesity in mice with adipocyte-specific deletion of clock component Arntl', Nat Med. 2012 Nov 11. doi: 10.1038/nm.2979