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La EFSA afirma: no hay relación entre EPA, DHA y cáncer de próstata

EFSA: no hay relación entre EPA,DHA y cáncer de próstata



No existen pruebas científicas que demuestren una asociación entre el EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosahexaenoico) y el riesgo de cáncer de próstata. Así lo afirma la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en un documento que también confirma la seguridad de los Omega 3 y la posibilidad de aumentar la ingesta diaria máxima de aceite rico en EPA y DHA extraído del alga Schizochytrium, para la población adulta.



El dictamen científico fue emitido por un grupo de expertos de la EFSA, a raíz de una petición de la Comisión Europea para arrojar luz sobre los riesgos de aumentar la cantidad permitida de Omega-3 ingerida con suplementos de algas, y sobre la posible relación entre el EPA, el DHA y el riesgo de cáncer de próstata, que surgió a raíz de un estudio publicado el año pasado.




Schizochytrium sp.: una fuente segura de Omega-3


Schizochytrium sp. es una microalga marina que contiene altas concentraciones de ácidos grasos, como DHA, EPA y ácido palmítico. El aceite obtenido de la microalga tiene un contenido mínimo de DHA del 22,5% y de EPA del 10%. Se comercializa en forma de una amplia gama de alimentos y suplementos. Actualmente, la ingesta diaria máxima permitida de EPA y DHA en suplementos es de 0,25 gramos para los adultos y de 0,45 gramos para las mujeres embarazadas y lactantes. El 29 de abril de 2013, las autoridades competentes del Reino Unido enviaron un informe a la Comisión Europea en el que afirmaban que la ingesta diaria de suplementos de aceite de algas que contuvieran hasta 3 gramos de EPA y DHA cumplía los criterios de aceptación establecidos por la normativa. Unos meses más tarde, algunos Estados miembros de la Comisión Europea presentaron una objeción afirmando que con la ingesta de suplementos que contienen estas dosis de DHA y EPA, y el posible consumo de alimentos ricos en Omega-3, la ingesta total de DHA y EPA podría superar los 5 gramos diarios. La pregunta de la Comisión Europea también se refiere a la asociación entre las concentraciones plasmáticas elevadas de DHA y EPA y el riesgo de neoplasia de próstata, precursora del cáncer de próstata. Aunque algunos estudios de los últimos años han planteado la hipótesis de un papel protector de los omega-3 contra el cáncer de próstata, se pidió a los expertos de la EFSA que debatieran los resultados de algunos estudios que investigaron la relación entre el EPA, el DHA y el aumento del riesgo de cáncer.



Los expertos arrojan luz



En el documento publicado en los últimos días por la EFSA se recogen pruebas científicas que confirman lo infundado de las dudas en torno al aumento de la ingesta permitida de suplementos de EPA y DHA. Recopilando datos sobre el consumo de alimentos en la Unión Europea, los expertos han demostrado que, incluso combinando alimentos ricos en EPA y DHA, alimentos fortificados y complementos alimenticios, la ingesta de 5 gramos diarios de Omega-3 no se supera en la mayoría de los países europeos. También hay que tener en cuenta que el perfil de ácidos grasos del aceite de algas rico en DHA y EPA derivado del Schizochytrium sp. es comparable al de los productos de la pesca y, como tal, no plantea problemas de seguridad. En la comunicación, la EFSA tampoco modifica el actual nivel máximo de ingesta de aceite de algas autorizado para las mujeres embarazadas y lactantes, que se mantiene en 0,45 gramos al día



Sin riesgo de cáncer de próstata



Además de informar sobre las pruebas de la seguridad toxicológica y alergénica del aceite rico en DHA y EPA derivado del Schizochytrium sp., los expertos comentaron lo infundado de los estudios relativos al aumento del riesgo de cáncer de próstata y la ingesta de Omega-3. El grupo señaló que no existen pruebas de tal asociación en los estudios de cohortes, ni en los resultados de algunos estudios de casos y controles, debido a las incertidumbres relacionadas con la medición de los niveles sanguíneos de DHA y EPA, en los que se basan estos estudios. En concreto, los autores refutaron los resultados de un metaanálisis, publicado el año pasado por el Dr. Theodore Brasky, que agrupó los resultados de un pequeño número de estudios de casos y controles que investigaron la asociación entre las concentraciones sanguíneas de biomarcadores de DHA y EPA (expresados como porcentaje del total de ácidos grasos) y el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.


 La medición de estas moléculas refleja no sólo la ingesta de DHA y EPA, sino también su absorción, metabolismo e incorporación a las células o tejidos. Estos mecanismos están determinados genéticamente y dependen del estado de salud o enfermedad del individuo, así como de la presencia de otros ácidos grasos en la dieta, especialmente cuando se expresan como porcentaje del total de ácidos grasos. 



Considerando los estudios sobre el cáncer de próstata individualmente, y las concentraciones en sangre de los biomarcadores de DHA y EPA, los resultados son contradictorios: tres informaron de una asociación positiva, tres no encontraron ninguna asociación significativa y dos encontraron una asociación negativa. Con una mayoría de asociaciones nulas, negativas o insignificantes, el panel consideró que no había pruebas que sugirieran un papel del EPA y el DHA en el desarrollo del cáncer de próstata.


 Fuente: Scientific Opinion on the extension of use for DHA and EPA-rich algal oil from Schizochytrium sp. as a Novel Food ingredient . Comisión Técnica de Productos Dietéticos de la EFSA, Nutrición and Alergias (NDA), EFSA Journal 2014;12(10):3843