Los omega-3 EPA y DHA y la CoQ10 reducen los niveles de PSA en sangre en un 30-33%.

La ingesta de omega-3 puede ayudar a reducir los niveles sanguíneos de PSA, un marcador de cáncer de próstata o inflamación. Concretamente, son el EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docasahexaenoico), los dos ácidos grasos en los que es rico el aceite de pescado, los que ejercen este efecto positivo, que podría aprovecharse tanto para prevenir el cáncer de próstata como para posibles nuevas terapias anticancerígenas.

El estudio que ha llevado a estas conclusiones, publicado por un grupo de investigadores del Centro Clínico de Diagnóstico de Enfermedades Urológicas de Teherán (Irán) en el British Journal of Nutrition, también analizó el efecto de la ingesta de otras moléculas sobre los niveles de PSA. Mientras que la coenzima Q10, conocida por su poder antioxidante, ejerce beneficios similares a los del Omega-3, uno de los principales ácidos grasos omega-6, el GLA (ácido gamma linolénico) se asocia a un aumento del PSA en sangre.

Omega-3 y Omega-6, dos efectos opuestos

Tanto el Omega-3 como el Omega-6 son ácidos grasos esenciales para el organismo, pero sus acciones suelen ser contradictorias. Mientras que, de hecho, los Omega-3 son conocidos por su actividad antiinflamatoria, los Omega-6 generalmente favorecen la inflamación. En este sentido, el GLA es una excepción porque, aunque es un Omega-6, se ha asociado a una reducción de los procesos inflamatorios. Sin embargo, esta nueva investigación ha demostrado que el ácido gamma linolénico no ejerce los mismos beneficios asociados a la ingesta de EPA y DHA.

Protección para hombres sanos

Los autores incluyeron a 504 hombres con niveles de PSA no preocupantes (inferiores a 2,5 ng/ml) en un estudio de 12 semanas, durante el cual se les pidió que tomaran 2 cápsulas dos veces al día. 

Los participantes se dividieron aleatoriamente en cuatro grupos, a los que se asignaron cápsulas que contenían Omega-3 (1,12 gramos de EPA y 0,72 gramos de DHA), GLA (600 mg), coenzima Q10 (100 mg) o un placebo. El efecto de los cuatro tratamientos se evaluó midiendo los niveles de PSA, EPA, DHA y GLA en sangre. 

El análisis de los datos así recogidos reveló que, mientras que los niveles de PSA en los individuos que tomaban cápsulas de Omega-3 disminuían, de media, un 30%, al tomar GLA se producía un aumento del 15%. La ingesta de coenzima Q10 tuvo un efecto similar al del Omega-3, reduciendo las concentraciones de PSA en un 33%.

El verdadero significado de la PSA

A partir de estos resultados, los investigadores plantearon la hipótesis de que los suplementos de Omega-3 y coenzima Q10 podrían ejercer una acción protectora sobre la próstata de los hombres sanos, contrarrestando el desarrollo de tumores. Sin embargo, el uso del PSA como marcador de la presencia de cáncer de próstata sigue siendo controvertido: muchos expertos creen que no es un indicador fiable de la presencia de cáncer, que debe confirmarse mediante otros análisis específicos. 

Por otra parte, unos niveles excesivamente altos de esta molécula también pueden asociarse a otros trastornos de la próstata, por ejemplo inflamaciones como la prostatitis. No sólo eso, la prueba del PSA es útil para controlar la eficacia de los tratamientos contra el cáncer que afectan a este órgano. 

Por ello, los investigadores iraníes especulan con que el EPA y el DHA también podrían ser útiles en la terapia del cáncer. Sin embargo, los científicos señalaron que el efecto de los Omega-3 y la coenzima Q10 podría hacer necesario reducir el umbral de PSA a partir del cual sospechar de un problema de próstata en los hombres que los toman. El siguiente paso será evaluar el efecto de tomarlos durante periodos más prolongados y ver si la interrupción del tratamiento devuelve los niveles de PSA a sus niveles anteriores.

Fuente Safarinejad MR, Shafiei N, Safarinejad S, 'Effects of EPA, γ-linolenic acid or coenzyme Q10 on serum prostate-specific antigen levels: a randomised, double-blind trial', Br J Nutr. 2012 Nov 30:1-8.