Piel

Psoriasis y eczema atópico: la vitamina D puede mejorar los síntomas al aliviar las lesiones y reducir la inflamación

La vitamina D podría ser un tratamiento eficaz para mejorar los síntomas de la psoriasis y la dermatitis atópica al reducir las lesiones cutáneas. 


La vitamina D regula muchos procesos fisiológicos de la piel, como la proliferación celular, las funciones inmunitarias y el mantenimiento de la barrera cutánea. Para confirmar este vínculo, los estudios han demostrado que una carencia de vitamina D se asocia a un mayor riesgo de eczema y psoriasis.


Así se recoge en un estudio publicado en la revista Skin Pharmacology and Physiology por investigadores del Departamento de Medicina Traslacional del centro Sidra Medicine de Qatar. 



Psoriasis y dermatitis atópica, dos enfermedades inflamatorias muy extendidas 

La psoriasis y la dermatitis atópica (o eczema atópico) son enfermedades inflamatorias de la piel de curso crónico, que afectan tanto a adultos como a niños. 

La psoriasis se caracteriza por un aumento de la proliferación de la piel, en la que aparecen lesiones rojas y escamosas; estas lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, causando dolor, picor, grietas y sangrado. 

Existen diferentes tipos de psoriasis de gravedad variable, que afectan a casi el 3% de la población mundial. La enfermedad suele aparecer entre los 15 y los 35 años, pero también puede aparecer en bebés y ancianos. Las causas de esta enfermedad están relacionadas con el sistema inmunológico y tienen una base genética. En las personas que padecen psoriasis, el sistema inmunitario se activa de forma incorrecta, haciendo que las células de la piel crezcan demasiado deprisa y se acumulen en las capas superiores de la piel, provocando la formación de lesiones en la superficie. El curso de la enfermedad no es constante: a veces puede empeorar y en algunos casos puede desaparecer durante un tiempo (remisión espontánea). 

La psoriasis es un trastorno que en la mayoría de los casos requiere tratamiento de por vida. Existen numerosos medicamentos que pueden aplicarse directamente sobre la piel o tomarse por vía oral, pero puede llevar tiempo encontrar el tratamiento o la combinación de tratamientos más adecuados. 

La dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel desencadenada por interacciones en las que intervienen factores ambientales, genéticos e inmunológicos, y se caracteriza por una inflamación crónica y la ruptura de la barrera epitelial. Los síntomas de la enfermedad suelen depender de la edad y casi siempre van asociados a un intenso picor; además, el eccema puede manifestarse con asma, rinitis alérgica, alergias alimentarias, urticaria e hipersensibilidad a diversos estímulos. 

Se desconocen las causas de la dermatitis atópica, pero sin duda existe una predisposición genética subyacente a esta enfermedad. Los factores ambientales y los hábitos de vida desempeñan un papel importante como factores desencadenantes. El curso de la dermatitis atópica es recurrente, con episodios de gravedad y duración variables. Sin embargo, es posible la curación espontánea, y especialmente la dermatitis atópica en niños se cura en el 80% de los casos en pocos años. Los tratamientos para esta afección también son diferentes y van desde el uso de cremas hidratantes hasta preparados locales de cortisona. 



Papel de la vitamina D en las enfermedades inflamatorias de la piel 

Las causas de las enfermedades inflamatorias de la piel son diversas e incluyen factores genéticos y ambientales. Entre ellos, la dieta también se considera un elemento importante, especialmente el papel de los ácidos grasos y las vitaminas. 

Durante mucho tiempo se ha considerado que la principal función de la vitamina D era el mantenimiento de una arquitectura ósea normal, cuyo metabolismo del calcio y el fósforo regula, pero en las últimas décadas varios descubrimientos han puesto de relieve otros efectos de la vitamina, como su papel en la regulación de la proliferación celular, la diferenciación celular y la regulación del sistema inmunitario. 

En cuanto a la acción de la vitamina D en la piel, se ha descubierto que los queratinocitos, el tipo celular más abundante en la epidermis, son las únicas células capaces de sintetizar vitamina D3 (colecalciferol) a partir de su precursor bajo la luz ultravioleta. Los queratinocitos también pueden producir el metabolito activo de la vitamina D (calcitriol). La correcta diferenciación de los queratinocitos es importante para la integridad y la función de la barrera epidérmica. 



Un estudio de revisión relaciona la vitamina D con la psoriasis y la dermatitis atópica 

Basándose en investigaciones anteriores, los investigadores qataríes realizaron un estudio de revisión sobre el papel de la vitamina D en la fisiología de la piel, centrándose en sus efectos en determinadas afecciones inflamatorias cutáneas. 


En el estudio se recogieron todas las publicaciones científicas sobre el tema; en concreto, se realizó una búsqueda bibliográfica exhaustiva utilizando las bases de datos PubMed y Google Scholar y las palabras clave "vitamin D", "skin", "atopic dermatitis" y "psoriasis". Sólo se incluyeron artículos publicados en inglés y relacionados con el tema del estudio. Los resultados mostraron que la vitamina D está íntegramente ligada a la piel por su síntesis, metabolismo y actividad, y es capaz de regular numerosos procesos fisiológicos cutáneos, como la proliferación celular, las funciones inmunitarias, el mantenimiento de la barrera y la muerte celular. 


Varios de los estudios clínicos revisados sugieren varios efectos positivos de la vitamina D en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias de la piel, especialmente la psoriasis y la dermatitis atópica. En concreto, la suplementación con vitamina D puede mejorar las lesiones causadas por la dermatitis atópica al restaurar los defectos de la barrera epidérmica y corregir la respuesta inmunitaria. Además, numerosos estudios clínicos han demostrado que la vitamina es eficaz en el tratamiento de los síntomas de la psoriasis, especialmente cuando se combina con corticosteroides, ya que los efectos de ambos tratamientos son complementarios. 


La vitamina D también parece suprimir las citoquinas inflamatorias, sustancias presentes en cantidades muy elevadas en la piel psoriásica. Los investigadores informaron de cómo en varios estudios de población se observó una mayor probabilidad de desarrollar dermatitis atópica en individuos con niveles bajos de vitamina D y que la concentración sérica de vitamina D era inferior en niños y adultos con eczema, en comparación con los controles sanos. 



Conclusiones del estudio 

Según los investigadores que realizaron el estudio, la vitamina D ejerce un efecto beneficioso sobre la piel y podría ser una importante opción terapéutica para la psoriasis y la dermatitis atópica. 


La piel humana actúa como lugar de síntesis de la vitamina D y también como órgano diana de su forma biológicamente activa, lo que podría representar una opción terapéutica para muchas enfermedades cutáneas. Sin embargo, según los propios autores, se necesitan más estudios con tecnología punta para comprender mejor las acciones de la vitamina D y evaluar la seguridad y eficacia de los regímenes de tratamiento basados en ella en diversas enfermedades inflamatorias de la piel. 


Fuente: Umar M.Sastry K.S. Al Ali F. Al-Khulaifi M. Wang E Chouchane A.I. 'Vitamin D and the Pathophysiology of Inflammatory Skin Diseases'. Farmacología de la piel and Physiology.