
DHA, un aliado desde la preconcepción hasta la lactancia materna

El Omega 3 DHA es un aliado de todas las mujeres que desean cumplir su deseo de ser madres, y lo sigue siendo después de que este deseo se haya hecho realidad. He aquí sus beneficios (y cómo obtenerlos) desde antes de la concepción hasta la lactancia.
Toma leche, yogur y queso si quieres concebir una niña, marisco, atún y salmón si quieres concebir un niño: estos son sólo algunos de los consejos con los que te habrás topado mientras buscabas asesoramiento sobre la dieta más adecuada para ti que quieres ser madre.
Es difícil decir si se trata de indicaciones eficaces: de momento no existen pruebas definitivas. De lo que no cabe duda es de que la alimentación también desempeña un papel en la promoción de la fertilidad y que una elección consciente de los alimentos puede ayudar a concebir, favorecer un buen embarazo y favorecer la lactancia.
En concreto, un nutriente muy importante para la mujer que trabaja en su proyecto de maternidad es el DHA, una de las grasas omega-3 en las que es rico el pescado. Descubramos cuáles son sus beneficios desde la preconcepción hasta la lactancia y cómo tomarlo en estas etapas de tu vida.
DHA antes de la concepción: beneficios
Antes de la concepción, una ingesta adecuada de DHA ayuda a crear el entorno ideal para acoger al embrión al mejorar el flujo sanguíneo al útero.
Gran parte de los datos disponibles proceden de experiencias en el campo de la procreación médicamente asistida (PMA), donde el uso de aspirina aumenta la tasa de embarazo (del 28% al 45%) y duplica la tasa de implantación del embrión. Al igual que la aspirina, el Omega 3 también reduce los niveles de tromboxanos, moléculas que favorecen la oclusión de los vasos sanguíneos. Las dosis elevadas de Omega 3 (4 gramos al día), tomadas en combinación con este medicamento, se han asociado a un aumento del flujo sanguíneo en el útero.
Pero la cosa no acaba ahí, porque la experiencia en el campo de la procreación médicamente asistida también indica que el Omega 3 puede mejorar la calidad de los óvulos y favorecer un buen desarrollo embrionario.
En general, en las mujeres que dependen de la PMA:
- Unos niveles más altos de Omega 3 en la sangre se asocian a una mayor probabilidad de lograr un embarazo y de que éste dé lugar al nacimiento de un niño (o niña) vivo (o viva);
- La ingesta de suplementos de Omega 3 se asocia a una mayor probabilidad de que el proceso de PMA finalice con el nacimiento de un niño (o una niña).
Por último, los niveles elevados de inflamación son enemigos de la fertilidad femenina; gracias a sus propiedades antiinflamatorias, los Omega 3 pueden contribuir al éxito de la maternidad.
Testigo de ello son las mujeres cuyos problemas de fertilidad están asociados al síndrome de ovario poliquístico. En efecto, esta afección puede aumentar el riesgo de abortos espontáneos relacionados con un desequilibrio en los niveles de moléculas inflamatorias, que a su vez está asociado a una deficiencia de grasas Omega 3.
La hipótesis general es que el Omega 3 modula los niveles de moléculas inflamatorias (prostaglandinas), mejorando su relación con los tromboxanos en el útero e influyendo en el funcionamiento de las células de los folículos ováricos que favorecen la maduración de los ovocitos.
Además, el Omega 3 parece regular la actividad de los receptores implicados en el control de la inflamación de los folículos ováricos y, en el caso del síndrome de ovario poliquístico, los niveles de testosterona.
Los beneficios del DHA durante el embarazo
Tras la concepción, el DHA favorece tanto el desarrollo fetal como la salud materna durante todo el embarazo.
Desde el punto de vista del feto, los beneficios afectan principalmente al cerebro y a la vista. De hecho, el DHA es un componente fundamental de las membranas de las células nerviosas (también presentes en el ojo), cuya estructura y funcionamiento regula. Por ello, disponer de cantidades adecuadas de DHA es esencial desde el momento de la concepción y aún más a partir del tercer trimestre de gestación, cuando el desarrollo del cerebro se hace aún más intenso y la necesidad de DHA aumenta considerablemente. De hecho, durante el embarazo se produce una concentración real de DHA en la sangre y otros tejidos del feto, un fenómeno conocido como "biomagnificación".
En cambio, desde el punto de vista de la futura madre, una ingesta adecuada de Omega 3 parece contribuir a reducir el riesgo de complicaciones muy indeseables, en particular la preeclampsia, y de parto prematuro. Incluso en estos casos, los efectos beneficiosos dependerían de la naturaleza antiinflamatoria del Omega 3 y de la mejora del flujo sanguíneo a la placenta.
Además, la ingesta de Omega 3 se asoció con un mejor peso al nacer, mientras que un bajo consumo de pescado (fuente de estas grasas) durante las primeras etapas del embarazo se correlaciona con un mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer.
Por último, la diabetes gestacional parece reducir el paso de Omega 3 a través de la placenta y los niveles de DHA en la sangre del cordón umbilical, por lo que la suplementación precoz con esta valiosa grasa es esencial en presencia de esta complicación.
DHA en la lactancia
Los bebés siguen necesitando DHA incluso después de nacer y los niveles de este Omega 3 en la leche materna se asocian a una mejor función cognitiva, un mejor desarrollo del habla y un mayor bienestar psicosocial. Y no solo eso, tomarlo en forma de suplemento ayuda a optimizar el desarrollo cerebral y la visión de los bebés nacidos a término.
Por otra parte, en los bebés prematuros, unos niveles bajos de DHA afectan negativamente al funcionamiento del cerebro, mientras que en los recién nacidos con bajo peso al nacer una ingesta adecuada favorece el desarrollo de la memoria y otras funciones cognitivas.
En general, el DHA que toma la madre durante la lactancia ayuda a favorecer el desarrollo cerebral y visual del bebé (o niño), al igual que ocurre durante el embarazo. Pero incluso en este caso, los beneficios no son sólo para el bebé: la salud de la madre también parece beneficiarse.
En particular, se han recogido indicios de los posibles beneficios del DHA contra la depresión posparto; la asociación es totalmente plausible a la luz de la importancia de esta grasa para el buen funcionamiento del cerebro en todas las etapas de la vida.
¿Cuánto DHA antes, durante y después del embarazo?
Las indicaciones sobre la cantidad de DHA que debe tomarse antes, durante y después del embarazo son, en primer lugar, los LARN (Niveles de Referencia de Ingesta de Nutrientes y Energía) de la Sociedad Italiana de Nutrición Humana (Sinu):
- En la fase previa a la concepción, todas las mujeres deben tomar 250 mg diarios de DHA + EPA (el otro Omega 3 del pescado), pero en situaciones más complejas (como aquellas en las que la concepción es difícil) pueden ser necesarias dosis más elevadas. En estos casos, es esencial consultar a un ginecólogo y a un nutricionista con experiencia en fertilidad;
- durante el embarazo y la lactancia, se necesitan entre 100 y 200 mg adicionales de DHA al día, además de los 250 mg de DHA + EPA que deben tomarse, como requisito básico, durante la edad adulta; de nuevo, sólo un experto puede aconsejar si es necesario aumentar más la ingesta.
Cumplir estos requisitos es esencial para evitar que las reservas maternas de DHA se reduzcan a la mitad, una situación que puede tardar hasta seis meses en resolverse. Por desgracia, hacerlo con la alimentación no es fácil: la principal fuente de DHA es el pescado azul, que puede acumular sustancias especialmente peligrosas durante el embarazo, como el mercurio.
Los suplementos dietéticos son una valiosa ayuda para conseguir dosis adecuadas de DHA sin correr el riesgo de tomar estas sustancias, siempre que se sigan dos precauciones:
- elegir productos de alta calidad que garanticen la ausencia de contaminación y la correspondencia entre la cantidad declarada en la etiqueta y la cantidad realmente presente en el suplemento;
- tomar DHA tal cual, es decir, a partir de aceites de origen marino (no sólo de pescado, sino también de microalgas, también apto para madres veganas).
Puede descubrir cuáles son los mejores suplementos para cubrir sus necesidades de Omega 3 durante el embarazo y la lactancia visitando la Tienda Omegor.
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