Sistema cardiovascular

Muerte cardiaca: los suplementos de EPA y DHA reducen el riesgo en un 8

Muerte por infarto de miocardio: los suplementos de Omega 3 EPA y DHA reducen el riesgo en un 8


El consumo de suplementos dietéticos o productos farmacéuticos con omega-3 reduce el riesgo de muerte cardiaca en un 8%. Esta cifra se eleva al 17% en sujetos con colesterol o triglicéridos elevados, y hasta el 30% en quienes toman suplementos con más de un gramo diario de EPA y DHA. Datos que sugieren que los suplementos de omega-3 pueden ser una estrategia eficaz y sin efectos secundarios para prevenir las cardiopatías y la muerte súbita cardiaca.

Así lo han descubierto científicos de Midwest Biomedical Research y la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.) en un estudio, en el que se han analizado colectivamente los resultados de numerosos estudios, publicado recientemente en la revista Journal of Clinical Lipidology.



Riesgo cardiovascular y omega-3: una relación largamente estudiada

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad y discapacidad en los países occidentales. Su prevalencia se debe tanto a condiciones patológicas como a la propagación de estilos de vida poco saludables. La definición de enfermedades cardiovasculares incluye todas las que afectan al corazón y los vasos sanguíneos. Las más frecuentes son el infarto de miocardio, la angina de pecho, las miocardiopatías, la insuficiencia cardiaca, las arritmias y el ictus. La muerte súbita cardiaca, definida como la que se produce por causas cardiacas, con pérdida súbita de conciencia en la hora siguiente a la aparición de los síntomas, representa el 50% de todas las muertes por enfermedades cardiovasculares. La mayoría de los estudios de población realizados en los países industrializados han demostrado que los factores de riesgo de muerte súbita cardíaca son los mismos que los de la cardiopatía coronaria, e incluyen la edad avanzada, el sexo masculino, los antecedentes familiares, el aumento de los niveles de colesterol LDL, la hipertensión, el tabaquismo y la diabetes mellitus. La relación entre una dieta rica en pescado que contenga ácidos grasos omega-3 y la protección contra las enfermedades cardiovasculares ha sido confirmada por numerosos estudios en las últimas décadas. Los mecanismos por los que los ácidos grasos omega-3 ejercen efectos protectores sobre el sistema cardiovascular son diversos: aumentan la fluidez de las membranas celulares, mejoran la función endotelial, modulan la agregación plaquetaria, tienen una función antiarrítmica y ayudan a reducir los triglicéridos en sangre.



El EPA y el DHA reducen en un 8% el riesgo de muerte cardiaca


Durante el estudio de metaanálisis, los investigadores recopilaron datos de más de 70.000 personas y compararon las frecuencias de eventos de muerte cardiaca entre sujetos que consumían omega-3 como suplementos o como medicación y sujetos de control que no lo consumían. Los resultados mostraron que el omega-3 puede reducir el riesgo de muerte cardiaca en una media del 8%. Este porcentaje era aún mayor (17%) en los sujetos que tenían niveles elevados de triglicéridos o colesterol malo. 


Incluso se observó que el consumo de EPA y DHA se asociaba a una disminución del 30% del riesgo de muerte cardiaca en personas que consumían dosis superiores a un gramo de omega-3 al día. "Es importante destacar que estos resultados concuerdan con las conclusiones de la reciente recomendación científica de la Asociación Americana del Corazón, que afirma que el tratamiento con EPA y DHA puede ser razonablemente una estrategia para la prevención de la cardiopatía coronaria y la muerte súbita cardiaca", afirmó el Dr. Kevin Maki, de Midwest Biomedical Research, autor principal del estudio. "Una ventaja importante de la suplementación con EPA y DHA es el bajo riesgo asociado a su uso. Debido a la escasa probabilidad de efectos secundarios, incluso un beneficio modesto es clínicamente significativo", prosiguió el investigador. 


Comentando de forma independiente los resultados del metaanálisis, Bruce Holub, profesor emérito de la Universidad de Guelph, señaló que sugieren que la mayoría de los adultos podrían estar protegidos de la muerte súbita cardiaca mediante un mayor consumo de alimentos ricos en EPA y DHA. El estudio también demostró que los beneficios de la suplementación con omega-3 son mayores en regiones donde el consumo de pescados grasos con omega-3 es bajo, como en Norteamérica, donde la ingesta media de EPA y DHA por persona es de sólo 110-150 miligramos al día. El estudio no aclara, sin embargo, el mecanismo de acción por el que los omega-3 pueden reducir el riesgo de muerte cardiaca, pero según los investigadores, podrían ser necesarias dosis superiores a un gramo de EPA y DHA para producir cambios clínicamente relevantes en los mecanismos de la inflamación y la trombosis. 


El Dr. Harry Rice, vicepresidente de asuntos reguladores y científicos de la Organización para el EPA y el DHA (GOED), que encargó la investigación, acogió con satisfacción las conclusiones del estudio, destacando la importancia de un hallazgo relativo a los efectos del EPA y el DHA sobre la muerte cardiaca. En efecto, numerosos estudios realizados en los últimos años han puesto de relieve el papel de los omega-3 en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares, pero, según Rice, para comprender su función sobre el sistema cardiovascular, la investigación debe centrarse en una afección específica, como este metaanálisis. El estudio es el primero de este tipo que incluye la muerte cardiaca como resultado primario del tratamiento y la revisión más completa sobre el tema hasta la fecha.



Algunos detalles significativos de la investigación


Durante la búsqueda se examinaron hasta 14 estudios, publicados hasta diciembre de 2016, con un total de 71.899 sujetos. La selección de los estudios incluidos se realizó utilizando las principales bases de datos de artículos científicos y seleccionando las publicaciones que habían investigado el efecto de los suplementos y fármacos de omega-3, durante un periodo de intervención de al menos 6 meses, sobre el desenlace de muerte cardiaca. 

Entre los sujetos analizados, los que habían tomado suplementos de omega-3 fallecidos por causas cardiacas fueron 1613, mientras que los del grupo de control (sin suplementos) fueron 1746. Los autores no examinaron los efectos del consumo de pescado rico en EPA y DHA sobre el riesgo de muerte cardiaca, debido a la falta de estudios. Sin embargo, los datos disponibles apoyan la hipótesis de la capacidad de una dieta rica en pescado para reducir la mortalidad.



Omega-3 como futura terapia farmacológicaterapia?


Según los investigadores que realizaron el metaanálisis, los datos obtenidos sugieren la eficacia de los omega-3 en la reducción del riesgo de muerte cardiaca, y la necesidad de seguir investigando para evaluar la posible reducción del riesgo con la suplementación de omega-3 a dosis elevadas y en poblaciones con mayor probabilidad de mortalidad. 

Las investigaciones futuras deberían incluir la evaluación de los marcadores de omega-3 antes de la suplementación y durante el tratamiento, y estar diseñadas para comprobar los mecanismos por los que pueden actuar el EPA y el DHA. Actualmente se están realizando cuatro estudios sobre el riesgo de eventos cardiovasculares tras el tratamiento con suplementos de omega-3, que aportarán información adicional útil sobre su hipotético uso como tratamiento farmacológico. 



Fuente: K.C. Maki et al. 'Use of supplemental long-chain omega-3 fatty acids and risk for cardiac death: An updated meta-analysis and review of research gaps' . Revista de Lipidología Clínica.