Sistema cardiovascular

El omega-3 reduce el riesgo cardiovascular tras una angioplastia

Angioplastia: menos riesgo para el corazón tomando Omega 3

Tomar Omega 3 aumenta la eficacia de los antiagregantes plaquetarios: reduce los riesgos para el corazón y las arterias de los pacientes portadores de una mutación genética que aumenta el riesgo cardiovascular en los sometidos aangioplastia con balón. Así lo ha descubierto un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Jagellónica de Cracovia (Polonia). Los resultados de su estudio se publicaron en la revista Kardiologia Polska1.


Plaquetas, cuando la coagulación es un problema

Las plaquetas son componentes de la sangre indispensables para la supervivencia. Gracias a estos pequeños elementos, el organismo es capaz de reparar heridas que, de otro modo, provocarían pérdidas de sangre incompatibles con la vida. En algunas situaciones, su capacidad de agregarse para reparar tejidos puede tener efectos secundarios: es el caso de la trombosis. Las plaquetas intervienen en la formación de las placas ateroscleróticas. Las placas ateroscleróticas son engrosamientos de la pared de los vasos sanguíneos que obstruyen el flujo sanguíneo y aumentan el riesgo de trastornos como la angina de pecho o el infarto de miocardio. Se trata de una situación clínica peligrosa, que se agrava tanto en pacientes que han sufrido un ictus o un infarto de miocardio como en aquellos a los que se ha diagnosticado la presencia de dichas placas. Por ello, los pacientes con alto riesgo cardiovascular deben tomar antiagregantes plaquetarios comola aspirina o el clopidogrel.


Combatir la formación de coágulos: ¿por qué Omega-3?

Varios estudios demuestran que los ácidos grasos omega-3 derivados de los alimentos son capaces de contrarrestar la formación de coágulos sanguíneos. Tanto las personas sanas como las que ya han padecido una enfermedad del sistema cardiovascular pueden beneficiarse de esta acción. En concreto, el Omega-3 contrarresta la agregación plaquetaria y reduce la formación de trombina, una proteína que favorece la coagulación. Los investigadores polacos se preguntaron si estos ácidos grasos también podrían desempeñar esta actividad en pacientes en los que los anticoagulantes tienen una eficacia limitada debido a una mutación genética, centrándose en el caso del clopidogrel. Para ejercer su acción, este fármaco debe ser modificado por la actividad de la proteína CYP2C19. Sin embargo, alrededor del 28% de las personas de piel blanca presentan al menos una copia mutada del gen que codifica esta proteína, lo que impide que el clopidogrel funcione correctamente. En los pacientes portadores de esta mutación, el fármaco tiene una eficacia limitada: los riesgos para el sistema cardiovascular son, en consecuencia, mayores.


Angioplastia: más segura gracias a los ácidos grasos

Los investigadores hicieron tomar diariamente una combinación de aspirina, clopidogrel y Omega-3 a pacientes que iban a someterse a una angioplastia con balón y sufrían trastornos cardiovasculares. El tratamiento, continuado durante un mes, aumentó la eficacia del clopidogrel precisamente en los pacientes con esta mutación. Para los investigadores, esta acción, combinada con la propiedad de reducir la formación de trombina, hace del Omega-3 un posible remedio para administrar simultáneamente con terapias antiplaquetarias en pacientes sometidos a angioplastia con balón.  



Fuente:

1. Gajos G, Zalewski J, Nessler J, Zmudka K, Undas A, Piwowarska W, 'Polyunsaturated omega-3 fatty acids improve responsiveness to clopidogrel after percutaneous coronary intervention in patients with cytochrome P450 2C19 loss-of-function polymorphism', Kardiol Pol. 2012;70(5):439-45.