Sistema cardiovascular

Los omega-3 protegen el corazón del mercurio del pescado

Omega-3: el aceite de pescado defiende el corazón contra el mercurio del pescado

El consumo de pescado puede aumentar la ingesta de mercurio perjudicial para el corazón, pero los Omega-3 marinos contrarrestan los efectos de este metal.La acumulación de mercurio en el organismo aumenta el riesgo de infarto, pero las altas concentraciones de Omega-3 presentes en el pescado protegen el sistema cardiovascular de los efectos nocivos de este enemigo de la salud. El descubrimiento procede de la Universidad de Umeå (Suecia), donde un grupo de científicos dirigido por la investigadora Maria Wennberg quiso aclarar los riesgos asociados a la exposición a este metal, del que puede ser rico el mismo pescado del que el organismo obtiene Omega-3. Los resultados de su estudio se publicaron en la revista American Journal of Clinical Nutrition1.


Riesgos y beneficios de una dieta rica en pescado

Desde que en la década de 1970 los investigadores descubrieron los beneficios cardiovasculares asociados al consumo de Omega-3, los expertos han recomendado el consumo de alimentos ricos en estos nutrientes para proteger la salud cardiovascular. Entre ellos se encuentran los pescados grasos como el atún, el arenque, el salmón y la caballa. Sin embargo, un consumo elevado de estos pescados aumenta el riesgo de consumir mercurio, un metal peligroso para la salud. En general, los metales pesados son tóxicos para el sistema nervioso, especialmente el del feto y los niños. No sólo eso, los estudios han asociado anteriormente la exposición al mercurio del pescado con un mayor riesgo de infarto de miocardio. La existencia de este vínculo también ha sido confirmada por la investigación de Wennberg y sus colegas.


Un efecto nocivo contrarrestado por el Omega-3

Los autores del estudio analizaron los niveles de mercurio en la sangre y el cabello de más de 1.600 hombres de Suecia y Finlandia. Entre ellos, 572 habían sufrido un infarto de miocardio. Combinando los resultados de estos análisis con los datos sobre salud y estilo de vida de los participantes, se descubrió que tan sólo 3 microgramos de mercurio acumulados en 1 gramo de pelo aumentaban el riesgo de sufrir un infarto. Sin embargo, esta asociación sólo es válida para las personas con bajos niveles de Omega-3 en el organismo. De hecho, los niveles de mercurio necesarios para aumentar los riesgos cardiacos son más elevados si también existen cantidades elevadas de Omega-3. En otras palabras, el mercurio y el Omega-3 influyen de formaopuesta en la probabilidad de sufrir un infarto de miocardio.



Protegerse del mercurio con pescado

Según los investigadores, estos resultados sugieren que el riesgo de infarto puede reducirse aumentando el consumo de pescado rico en Omega-3, pero bajo en mercurio. Wennberg reiteró la necesidad de comer pescado 2-3 veces por semana, señalando, sin embargo, que la mejor opción para evitar ingerir demasiado mercurio es preferir pescados grasos no depredadores (como el salmón). De hecho, los peces que se encuentran en la cima de la cadena alimentaria, como la caballa real, pueden acumular mucho más mercurio que otras especies. Por este motivo, no deben consumirse más de una vez a la semana. Como alternativa, el Omega-3 puede tomarse en forma de aceite de pescado purificado con mercurio. En este caso, se eliminarían los riesgos para el corazón, mientras que los beneficios permanecerían intactos.  



Fuente: 

1. Wennberg M, Strömberg U, Bergdahl IA, Jansson JH, Kauhanen J, Norberg M, Salonen JT, Skerfving S, Tuomainen TP, Vessby B, Virtanen JK, 'Myocardial infarction in relation to mercury and fatty acids from fish: a risk-benefit analysis based on pooled Finnish and Swedish data in men', Am J Clin Nutr. 2012 Aug 15. [Epub ahead of print]. [publicación electrónica antes de impresión].