El riesgo de ictus disminuye en las mujeres que toman altas cantidades de Omega-3
Accidente cerebrovascular: menos riesgo en las mujeres si consumen grandes cantidades de Omega-3
Las mujeres que consumen grandes cantidades de Omega-3 tienen menos riesgo de sufrir un ictus. Un estudio realizado por un grupo de científicos dirigido por Susanna Larsson, del Karolinska Institutet de Estocolmo (Suecia), confirma lo que ya habían sugerido otras investigaciones. Los resultados se publicaron en la revista Atherosclerosis1y respaldan la hipótesis de que el consumo de pescado rico en Om ega-3 puede prevenir el riesgo de ictus.
Omega-3 e ictus, ¿quién tiene razón?
Varios estudios han sugerido que el consumo de pescado azul y las grasas Omega-3 que contiene se asocian con en las mujeres con un menor riesgo de ictus. Sin embargo, con el paso de los años el debate sobre la eficacia real de los Omega-3 en la prevención de este evento se ha vuelto cada vez más acalorado. De hecho, un estudio sugirió que era el pescado magro (que no contiene los mismos niveles de Omega-3), y no el pescado graso, el que reducía el riesgo de ictus. Esta hipótesis fue refutada posteriormente por una investigación que volvió a encontrar un papel protector del consumo de pescado graso. La existencia de datos tan contradictorios impulsó a los científicos a realizar un análisis exhaustivo de los resultados. La comparación de 15 estudios diferentes llevó a la conclusión de que el consumo de pescado sólo está ligeramente asociado a la reducción del riesgo de ictus. Para despejar definitivamente cualquier duda, Larsson y sus colegas se centraron en el papel que desempeñan las grasas, más que el pescado, en la prevención de este evento.
No más pescado, sino Omega-3
Investigadores suecos analizaron los datos sobre los hábitos dietéticos y de estilo de vida de 35.000 mujeres que participaron en un estudio nacional de más de 10 años de duración. Las mujeres que consumían las cantidades más elevadas de Omega-3 alcanzaban una media de 730 miligramos al día, mientras que los niveles de ingesta más bajos alcanzaban una media de 144 miligramos al día. Durante los 10 años que duró el estudio, 1680 participantes sufrieron un derrame cerebral. En concreto, en el 78% de los casos se trató de un infarto cerebral, en el 14% de un ictus hemorrágico y en el 8% de formas no especificadas de ictus. El análisis de los datos mostró que una ingesta elevada de Omega-3 se asociaba a una reducción del 16% del riesgo de ictus. Por el contrario, una ingesta elevada de colesterol aumenta el riesgo de ictus en un 20%. En concreto, los niveles elevados de colesterol en la dieta aumentan la probabilidad de sufrir un ictus hasta en un 29%. En cambio, no se encontró ninguna asociación entre el ictus y otras grasas contenidas en los alimentos.
Eficacia confirmada
Los resultados confirman la existencia de un vínculo entre el consumo de pescado graso rico en Omega-3 y la reducción del riesgo de ictus en las mujeres. Del mismo modo, esta investigación que la ingesta de niveles elevados de colesterol aumenta la probabilidad de verse afectado por este acontecimiento. Por tanto, según los investigadores, es posible suponer que el Omega-3 desempeña un papel en la prevención del ictus en las mujeres.
Fuente:
1. Larsson SC, Virtamo J, Wolk A, 'Dietary fats and dietary cholesterol and risk of stroke in women', Atherosclerosis. 2012 Mar;221(1):282-6. Epub 2012 Ene 8.