La mujer en la salud

Depresión posparto: riesgo para las mujeres que consumen pocos omega-3 y demasiados omega-6

Depresión posparto: si se consumen pocos Omega 3, ¡hay más riesgo!



Una deficiencia de omega-3 y una proporción elevada de omega-6 frente a omega-3 en la sangre son dos afecciones asociadas a la depresión posparto y prenatal, un conjunto de trastornos mentales que afectan a las mujeres durante el embarazo y tras el nacimiento del niño. Por tanto, el EPA y el DHA podrían ser un tratamiento eficaz y seguro para combatir el síndrome depresivo perinatal debido a su capacidad para regular la inflamación neuronal y la plasticidad cerebral.

Así se recoge en un estudio de metaanálisis publicado en la revista Biological Psychiatry y realizado por un equipo de investigadores de varios centros de investigación de Taiwán y Singapur.



Depresión perinatal: un trastorno muy extendido  


Durante el periodo perinatal, que abarca desde el embarazo hasta el primer año de vida del niño, muchas mujeres experimentan trastornos mentales que pueden tener importantes repercusiones en la vida de la madre y el recién nacido. En Italia, aproximadamente 90.000 mujeres sufren depresión perinatal cada año. La enfermedad puede tener su origen en una combinación de varios factores: sociales, hormonales, físicos, psicológicos y cognitivos. La ansiedad en el embarazo suele asociarse a consecuencias negativas en el desarrollo del recién nacido y a la posibilidad de manifestar depresión posparto; aproximadamente el 40% de las mujeres deprimidas durante el embarazo también manifestarán síntomas tras el nacimiento del bebé. En cuanto al periodo posterior al parto, hasta el 70-80% de las madres experimentan síntomas leves y transitorios de melancolía y depresión, la llamada "melancolía posparto", en los primeros días. 


Se trata de una reacción muy común que tiende a desaparecer rápidamente. Por otro lado, entre el 10 y el 15% de las madres primerizas experimentan síntomas depresivos mucho más graves (depresión posparto), que duran de 3 a 9 meses tras el nacimiento del bebé. Varias investigaciones anteriores han demostrado la importancia de una nutrición adecuada y de la ingesta correcta de ciertos nutrientes, como vitaminas y omega-3, para la salud de la mujer. Los beneficios de los ácidos grasos poliinsaturados incluyen su efecto sobre el éxito del embarazo y la salud de la madre después del parto. Varios estudios han sugerido una correlación entre la deficiencia de omega-3 y un mayor riesgo de sufrir depresión posparto, y han documentado el efecto protector del DHA sobre el riesgo de depresión perinatal debido a su efecto antiinflamatorio y neuroplástico. Aunque varios estudios han mostrado una alta frecuencia de deficiencia de omega-3 en mujeres con depresión perinatallos resultados han sido a menudo discordantes.




La deficiencia de omega-3 y el exceso de omega-6 se asocian al riesgo de depresión


Los resultados de la nueva investigación mostraron que en las mujeres afectadas por depresión prenatal y postnatal, los niveles totales de omega-3 eran significativamente inferiores a los hallados en mujeres no afectadas por los trastornos depresivos. En particular, al analizar los subgrupos, se observó que en las pacientes con depresión prenatal, los niveles de EPA y DHA eran significativamente más bajos. Del mismo modo, los investigadores también hallaron una asociación entre la depresión y una mayor proporción de concentraciones de omega-6 frente a omega-3. Según los científicos que realizaron el estudio, estos resultados en conjunto ponen de relieve la importancia de los ácidos grasos poliinsaturados en la depresión clínica. 

De hecho, el cerebro es rico en omega-3 y sus derivados, que regulan diversos procesos biológicos, como la neurotransmisión, la neuroplasticidad y la inflamación neuronal, y por tanto el estado de ánimo y la función cognitiva; esto sugiere un papel para ellos en el tratamiento de la depresión perinatal. El metaanálisis confirma también que este trastorno psicológico está asociado a una proporción excesivamente elevada de grasas poliinsaturadas omega-6 con respecto a las omega-3 y, por tanto, a una ingesta alimentaria excesivamente desequilibrada, a favor de las primeras, entre los dos tipos de ácidos grasos. Según estudios antropológicos y epidemiológicos, el ser humano evolucionó con una dieta con una proporción entre omega-6 y omega-3 de aproximadamente 1:1, mientras que en las dietas occidentales actuales es de 10-20:1, lo que indica un profundo desequilibrio en la composición de ácidos grasos, debido a un consumo excesivo de grasas animales y a un escaso consumo de pescado.




Algunos detalles de la investigación


El metaanálisis, un tipo de estudio que examina los datos de un conjunto de investigaciones, incluyó 12 estudios disponibles en diciembre de 2016. La investigación se llevó a cabo con el objetivo de comparar en mujeres con depresión perinatal y sujetos de control sanos, las concentraciones de ácidos grasos poliinsaturados, incluyendo EPA, DHA y ácido araquidónico (AA); ácidos grasos omega-3 y omega-6 totales y la relación entre estos dos. También se realizaron análisis en diferentes subgrupos de sujetos, de los niveles de ácidos grasos poliinsaturados en pacientes con depresión prenatal y postnatal, ambos comparados con controles sanos.




Habrá que seguir investigando el papel de la relación entre omega-6 y omega-3


Según los autores de la investigación, los resultados observados consolidan el importante papel del omega-3 en la depresión posparto y en la depresión que se produce durante el embarazo. La medicina nutricional es una estrategia importante para mejorar la eficacia del tratamiento de la depresión y los datos obtenidos proporcionan una fuerte motivación para realizar estudios clínicos sobre los efectos terapéuticos y profilácticos de los omega-3 en la salud de las futuras madres. En particular, aunque hace tiempo que se reconocen los efectos positivos del EPA y el DHA en el tratamiento de la depresión, habrá que seguir examinando la importancia del desequilibrio en el consumo de omega-3 frente a omega-6 en la salud mental de las mujeres durante y después del embarazo.



Fuente: Pao-Yen Lin et al., 'Polyunsaturated Fatty Acids in Perinatal Depression: A Systematic Review and Meta-analysis' . Biological Psychiatry.