Embarazo: cómo combate el ácido fólico las malformaciones, la gestosis y la depresión postnatal

Ácido fólico en el embarazo: cómo combate las malformaciones, la gestosis y la depresión posparto

Seguir una dieta rica en folato durante el periodo previo a la concepción, el embarazo y la lactancia es muy importante para la salud de la mujer y su bebé. A menudo, sin embargo, una dieta adecuada no es suficiente para garantizar la ingesta correcta de estas sustancias. Por eso, tomar suplementos que contengan la forma activa del ácido fólico (L-metilfolato) puede ayudar a las futuras madres a evitar el riesgo de gestosis o malformaciones graves para el bebé, como la espina bífida.

¿Qué es el ácido fólico?

El ácido fólico es una vitamina (vitamina B9) y, como tal, desempeña funciones esenciales en el cuerpo humano. Fue el estadounidense Mitchell, en la década de 1940, el primero en utilizar la palabra "ácido fólico" (del latín folium, hoja) para indicar ciertas sustancias extraídas de las hojas de espinaca, que pueden contrarrestar determinados tipos de anemia. Hoy en día, el término ácido fólico indica la molécula química sintética, que se encuentra en los complementos vitamínicos o se utiliza en la industria alimentaria para enriquecer ciertos alimentos. 

El término folato hace referencia a un grupo de sustancias similares al ácido fólico que se encuentran en ciertos alimentos y que, por tanto, representan la forma "natural" de la vitamina B9. Por lo tanto, aunque los términos "folato" y "ácido fólico" se refieren a moléculas con estructura y propiedades nutricionales similares, no deben confundirse. Además de su fórmula química, los folatos y el ácido fólico también difieren en la capacidad con la que son absorbidos (biodisponibilidad) y utilizados por el organismo. Más concretamente, el ácido fólico tiene una biodisponibilidad mayor que las formas naturales de la vitamina. Tanto el ácido fólico como los folatos son biológicamente inactivos, por lo que una vez ingeridos ambos deben convertirse en el organismo en la forma metabólicamente activa: metiltetrahidrofolato (o 5-MTHF) o L-metilfolato.

¿En qué alimentos se encuentran los folatos?

El folato debe introducirse necesariamente a través de la dieta, ya que el organismo no puede producirlo. La flora bacteriana intestinal puede formar una pequeña cantidad de folato, pero en absoluto suficiente para cubrir las necesidades del organismo. El folato se encuentra principalmente en las verduras de hoja verde y los cítricos, pero también en otros alimentos como los despojos, las legumbres, los cereales y los huevos. Entre los alimentos habituales en nuestra dieta que contienen folato, en cantidades bastante variables, se encuentran los siguientes:

• espárragos
• brócoli
• alcachofas
• coliflores
• naranjas, clementinas, mandarinas
• kiwi
• nueces, almendras, avellanas
• acelga
• alubias, garbanzos, lentejas, guisantes
• escarola
• lechuga
• pan y pasta integrales
• espinacas
• hígado y despojos
• huevos

Además de incluir alimentos ricos en folatos en la dieta, es importante cocinarlos con métodos, como al vapor, que no dispersen demasiado su contenido. El folato es muy sensible a las altas temperaturas y a la luz, y puede perderse en el líquido de cocción durante la preparación.

¿Para qué se utiliza el ácido fólico?

Dentro del organismo, el ácido fólico desempeña varias funciones importantes, en particular, interviene en la síntesis del ADN, un paso esencial para garantizar la correcta división celular. Por ello, el ácido fólico es indispensable para todas aquellas células que experimentan rápidos procesos de división y se renuevan constantemente, como las de la piel, el cabello, las uñas y la sangre. También existen fases particulares de la vida caracterizadas por una elevada tasa de división celular, como ocurre en los tejidos de rápido crecimiento de los bebés, niños y adolescentes o durante el embarazo, cuando se desarrollan y forman los órganos durante la formación del embrión. En esta fase de desarrollo en el útero , la dieta de la madre no basta por sí sola para garantizar la cantidad adecuada de ácido fólico, y esta insuficiencia puede ser peligrosa para el feto. La carencia de folato en las mujeres embarazadas es frecuente y constituye un factor de riesgo para la aparición de malformaciones en el feto, como la espina bífida.

La importancia del ácido fólico en el embarazo

Aunque los folatos son muy importantes para la salud en todas las etapas de la vida, numerosos estudios han demostrado su papel crucial en la prevención de defectos graves en el embrión. La deficiencia de esta vitamina en las mujeres embarazadas puede aumentar el riesgo de malformaciones congénitas en el feto, como defectos del tubo neural (DTN) y otras anomalías como cardiovasculares, del tracto urinario, de las extremidades y malformaciones del labio y el paladar (labio leporino). Las DTN son anomalías debidas a la formación alterada del sistema nervioso central que se produce en el embrión en los primeros 28 días tras la concepción. 

La espina bífida es sin duda la más grave de las DTN, ya que se trata de una malformación de la médula espinal. En Italia, la enfermedad afecta a uno de cada 1.300 recién nacidos y provoca discapacidades muy graves. Una dieta rica en frutas, verduras y legumbres que contengan folatos puede ayudar a reducir la probabilidad de malformaciones congénitas; de hecho, algunas investigaciones han observado que las poblaciones que siguen una dieta de tipo mediterráneo presentan una menor incidencia de DTN. La dieta por sí sola casi nunca es suficiente para cubrir las necesidades diarias de folato, y si se planea un embarazo, deben tomarse suplementos de ácido fólico.Estudios científicos han demostrado que el uso regular de ácido fólico (400 mcg al día), iniciado antes de la concepción, reduce el riesgo de desarrollar defectos congénitos como los DTN hasta en un 70%.Eluso de suplementos de ácido fólico también reduce la probabilidad de desarrollar otros defectos congénitos, como cardiopatías y labio leporino, en un 20%. 

Por tanto, la prevención de las malformaciones congénitas puede lograrse mediante la administración de suplementos de ácido fólico a las mujeres en edad fértil, antes del embarazo y durante los tres primeros meses de gestación. Según las recomendaciones actuales del LARN (Niveles de ingesta de referencia de nutrientes y energía para la población italiana), todas las mujeres, pero especialmente las que desean tener un bebé, necesitan 400 microgramos (mcg) de ácido fólico al día. Durante el embarazo la cantidad recomendada de ácido fólico se eleva a 600 mcg, y en la lactancia a 500 mcg. Es importante tomar suplementos incluso antes del embarazo, ya que las mujeres suelen darse cuenta de que están embarazadas cuando el tubo neural del embrión ya se ha formado.

¿El ácido fólico reduce el riesgo de gestosis?

El papel protector del ácido fólico en el embarazo no sólo se refiere al riesgo de malformaciones congénitas. Investigaciones recientes han demostrado que la administración de suplementos antes de la concepción, y durante todo el embarazo, puede reducir el riesgo de gestosis (o preeclampsia), un síndrome que afecta a las mujeres durante la gestación causando daños muy graves al feto y a la futura madre, a veces incluso mortales. 

Utilizando datos recogidos en un gran hospital de la provincia china de Gansu, los investigadores examinaron la relación entre el consumo de suplementos dietéticos con ácido fólico, una dieta rica en folatos y el riesgo de preeclampsia en 10.041 mujeres embarazadas. Los resultados mostraron que las mujeres que consumían suplementos de ácido fólico tenían un 40% menos de riesgo de gestosis, en comparación con las que no lo utilizaban; estos resultados no cambiaban si los suplementos se consumían durante el segundo o el tercer trimestre del embarazo, ni si el suplemento estaba compuesto de ácido fólico solo o como parte de un complejo multivitamínico. 

Cuando los autores estimaron la ingesta de ácido fólico procedente de los alimentos en relación con la enfermedad, no encontraron ninguna asociación. Esto se debe probablemente a la baja cantidad de folato que consumían las mujeres del estudio; todas ellas tenían ingestas diarias de folato de entre 152 y 274 mcg, muy lejos de los 400 mcg recomendados. Teniendo en cuenta que la biodisponibilidad del folato procedente de los alimentos es muy variable, los resultados de este estudio sugieren el uso continuado de suplementos de ácido fólico incluso después de los tres primeros meses de embarazo.

Folato: bueno para la salud cardiovascular y el funcionamiento del sistema nervioso

La importancia del ácido fólico no se limita a la salud materna e infantil, sino que puede ayudar a reducir la probabilidad de otras afecciones perjudiciales para personas de todas las edades. El ácido fólico y los folatos, como ya se ha mencionado, se estudiaron por primera vez por su papel en la prevención de ciertas formas de anemia, como la anemia megaloblástica, caracterizada por glóbulos rojos más grandes de lo normal, deformados, de vida muy corta y producidos en menor cantidad. 

El folato también es esencial para la síntesis de neurotransmisores, las moléculas que transmiten señales entre las neuronas, y para llevar a cabo reacciones importantes como las que reducen las concentraciones de homocisteína, una sustancia que en exceso es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los estudios han demostrado que la carencia de folato puede alterar la producción de neurotransmisores y ser una de las causas del estado de ánimo depresivo, especialmente en mujeres que acaban de tener un bebé, mujeres posmenopáusicas y ancianos en general.Estos últimos suelen tener un déficit de folato, ya que es poco probable que sigan una dieta adecuada. 

Durante el envejecimiento, se producen muchos cambios físicos como alteraciones en la función gastrointestinal que pueden afectar aún más a la absorción de las diferentes formas de folato. Esta deficiencia puede favorecer déficits en la función cognitiva, la demencia y la enfermedad de Alzheimer. Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Columbia en Nueva York (EE.UU.), publicado en el Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics , la carencia de folato y otras vitaminas del grupo B es muy común entre las mujeres posmenopáusicas debido a una nutrición deficiente. Se ha descubierto que esta carencia está asociada a un mayor riesgo de demencia y deterioro cognitivo leve, lo que sugiere el uso de suplementos de ácido fólico en etapas posteriores de la vida.

Suplementos de ácido fólico: a veces no son suficientes 

El ácido fólico, y los folatos contenidos en los alimentos, tal y como se ingieren son inactivos, por lo que para realizar sus funciones biológicas deben sufrir una transformación en las células intestinales y el hígado, y convertirse en la forma activa: L-metilfolato, (o 5-MTHF), a través de un proceso de varios pasos. La conversión a la forma bioactiva se produce mediante la intervención de ciertas enzimas, entre ellas la enzima metilentetrahidrofolato reductasa. La capacidad de convertir el ácido fólico no es la misma para todo el mundo, sino que varía de una persona a otra debido a las diferencias genéticas normales en cada persona.

Algunos individuos, por ejemplo, poseen formas de metilentetrahidrofolato reductasa que son incapaces o ineficaces para convertir el ácido fólico en L-metilfolato. La administración de ácido fólico simple también puede tener otros inconvenientes: algunas enzimas que intervienen en la cadena de reacciones parecen saturarse y, por tanto, "bloquearse" cuando se toma demasiado ácido fólico. Además, mientras que las células del intestino son capaces de convertir adecuadamente el folato de los alimentos en L-metilfolato, el ácido fólico sintético de los suplementos se convierte con menos eficacia. Según las investigaciones, la biodisponibilidad reducida y la acumulación de ácido fólico no metabolizado afectan a una gran parte de la población.  

La frecuencia génica de la mutación en Europa es del 3-3,7% y da lugar a heterocigosidad (es decir, cuando al menos la mitad de la enzima se sintetiza correctamente) en aproximadamente el 42-46% de la población italiana, y homocigosidad (cuando toda la enzima se sintetiza incorrectamente) en el 15-18%. Por lo tanto, las personas con la mutación pueden mostrar síntomas de deficiencia de ácido fólico aunque tomen suplementos. Para remediar estos problemas, en los últimos años se ha desarrollado una nueva generación de suplementos de ácido fólico que ya contienen la forma biológicamente activa.El L-metilfolato es hasta 3 veces más biodisponible que el ácido fólico tomado como tal, y su concentración en la sangre es hasta 7 veces superior a la de la forma no activa. Esta mayor biodisponibilidad es especialmente importante en personas con deficiencias genéticas que dificultan las transformaciones que experimenta la vitamina tras su ingestión. Los estudios clínicos han demostrado que la suplementación con L-metilfolato, cuando se sigue adecuadamente, es capaz de aumentar drásticamente la concentración de folato en los glóbulos rojos, un indicador de la cantidad de folato, y es la mejor alternativa para la suplementación y, por tanto, para la prevención de los DTN.

VitaDHA Maternal

VitaDHA Materna es un complemento alimenticio fabricado por U.G.A. Nutracéutico a base de DHA y L-metilfolato ^{(Quatrefolic®}), ideal en el periodo preconcepcional, durante el embarazo y la lactancia. Cada cápsula contiene: 250 mg delomega-3 DHA de mejor absorción en su forma de triglicéridos y 400 mcg de sal glucosamina de L-metilfolato ⁽Quatrefolic®) , la forma activa y más biodisponible del ácido fólico, que no necesita ser procesada una vez absorbido. Este producto combina la acción del folato, una vitamina que actualmente se sabe que reduce el riesgo de malformaciones congénitas, y el DHA, el omega-3 más importante en el desarrollo del sistema nervioso y de la vista, al ser una molécula estructural y funcional de las neuronas y la retina.

La eficacia de un producto que combina dos componentes clave ha sido confirmada por varios estudios científicos, como uno publicado en 2007 en elAmerican Journal of Clinical Nutrition, que demostró que la suplementación materna simultánea de aceite de pescado rico en EPA y DHA y metilfolato de L. aumentaba la concentración sanguínea de las sustancias sin provocar reacciones adversas. 

Fuentes: Wang Y, Zhao N, Qiu J, He X, Zhou M, Cui H, Lv L, Lin X, Zhang C, et al. Suplementación con ácido fólico and ingesta dietética de folato, and riesgo de preeclampsia. Eur J Clin Nutr 2015;69:1145-50. McNulty H, Pentieva K. Biodisponibilidad del folato. Proc Nutr Soc. 2004 Nov;63(4):529-6. LARN: Niveles de ingesta de referencia de nutrientes y energía para la población italiana.IV Revisión

¿Necesita más información? Póngase en contacto con nosotros.