Alzheimer: el omega-3 y el ácido alfa lipoico reducen el deterioro cognitivo y funcional
Enfermedad de Alzheimer: aceite de pescado y ácido alfa lipoico para contrarrestar el deterioro de las funciones cognitivas
Los omega-3 EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico), en combinación con el ácido alfa lipoico, son capaces de retrasar la pérdida de capacidad intelectual que caracteriza a la enfermedad de Alzheimer. La ingesta simultánea de estas sustancias parece tener un efecto protector sobre las células nerviosas, y podría representar en el futuro un nuevo tratamiento para reducir los síntomas de la enfermedad.
Así lo ha descubierto un grupo de investigadores de la Oregon Health & Science University de Portland (EE.UU.). El objetivo principal del estudio, publicado en el Journal of Alzheimer's Disease, era evaluar los efectos positivos de tomar Omega-3 absoluto y en combinación con ácido alfa lipoico.
Omega-3 y ácido lipoico, varios beneficios para el cerebro
El DHA es uno de los principales constituyentes de las membranas neuronales y, por tanto, es esencial para el crecimiento, la estabilidad y la función del tejido nervioso. Varios estudios, de hecho, revelan una asociación entre la carencia de DHA y las enfermedades neurodegenerativas. El EPA, por su parte, se encuentra en bajas cantidades en el cerebro, pero tiene una gran capacidad antiinflamatoria, por lo que también puede proteger al sistema nervioso de la inflamación. El ácido alfa lipoico, un compuesto natural que se encuentra principalmente en la carne y en un pequeño porcentaje en los vegetales, tiene un alto poder antioxidante, por lo que es capaz de proteger los lípidos de las membranas celulares de la oxidación.
Acción positiva sobre el deterioro cognitivo y funcional
En el estudio en cuestión participaron 39 pacientes de ambos sexos que padecían la enfermedad de Alzheimer. Los sujetos se dividieron aleatoriamente en tres grupos, cada uno de los cuales siguió diariamente un determinado tratamiento durante 12 meses. Un grupo de pacientes recibió un suplemento de 3 gramos de aceite de pescado concentrado (que contenía el equivalente a 975 mg de EPA y 675 mg de DHA). Otro tomó 600 mg de ácido lipoico además del aceite de pescado. Un tercer grupo recibió únicamente un placebo. Cada paciente, antes y después del tratamiento, fue sometido a una prueba de treinta preguntas (Mini Mental State Examination) para evaluar el deterioro cognitivo. También se analizaron las capacidades funcionales de cada uno de ellos mediante una escala de AIVD (Actividades Instrumentales de la Vida Diaria) para cuantificar el nivel de autonomía en la realización de las actividades cotidianas. Los resultados mostraron que, en comparación con el grupo placebo, los que habían tomado Omega-3 y ácido alfa lipoico al mismo tiempo mostraban un retraso en el deterioro de las capacidades cognitivas y funcionales. El grupo de pacientes tratados sólo con Omega-3, por otra parte, mostró una ralentización sólo en la pérdida de capacidades funcionales. Estos resultados respaldan los de otros estudios que han demostrado el papel beneficioso del ácido alfa lipoico sobre el deterioro cognitivo.
El efecto del ácido alfa lipoico
La hipótesis de los investigadores es que el ácido alfa lipoico puede potenciar el efecto protector del DHA sobre las neuronas, reduciendo el estado oxidativo asociado a la enfermedad y protegiendo de la oxidación a los propios ácidos grasos. Estos mecanismos, junto con los antiinflamatorios propios del Omega-3, podrían por tanto limitar la degeneración de las células nerviosas. Aunque los resultados son alentadores, el estudio tuvo en cuenta un número bastante reducido de participantes. Por tanto, habrá que esperar a ensayos clínicos de mayor envergadura para conocer los beneficios y mecanismos que conduzcan a nuevos tratamientos contra el Alzheimer.