Los niveles de omega-3 se correlacionan con el tamaño de la región cerebral implicada en la flexibilidad cognitiva
Niveles de omega-3: implicados en la flexibilidad cognitiva
En los ancianos con riesgo tardío de padecer Alzheimer, existe una asociación positiva entre los niveles de omega-3 y el volumen del córtex cingulado anterior rostral, una región cerebral implicada en los mecanismos de flexibilidad cognitiva, es decir, la capacidad de adaptarse a nuevas situaciones.
Este es el descubrimiento publicado en la revista Frontiers in Aging Neuroscience por investigadores de la Universidad de Illinois (EE UU).
Omega-3 y funciones cognitivas
Las concentraciones de omega-3, tal y como sugieren diversas investigaciones, están vinculadas a las funciones cognitivas, es decir, al conjunto de operaciones que permiten realizar una actividad de forma consciente; mecanismos que permiten a un individuo tomar decisiones, seleccionar qué procesos activar para llevar a cabo un comportamiento correcto. La disfunción ejecutiva puede representar una etapa del proceso normal de envejecimiento o una fase temprana de la demencia. Los niveles elevados de omega-3 se han relacionado directamente con una mejora de la flexibilidad cognitiva, es decir, una mayor capacidad para adaptarse a nuevas situaciones aplicando los propios conocimientos. La flexibilidad cognitiva parece estar vinculada al volumen de una zona específica del cerebro llamada córtex cingulado anterior.
Corteza cingulada anteriorcorteza cingulada anterior: mediador entre omega-3 y flexibilidad cognitiva
El Dr. Zamroziewicz, que dirigió el estudio, y sus colegas examinaron a 95 adultos, con una edad media de 69 años, sin diagnóstico de deterioro cognitivo, demencia, ictus, cáncer o enfermedad psiquiátrica. Se analizaron los niveles de ácidos grasos en ayunas de cada sujeto, la función ejecutiva, mediante pruebas específicas, y el volumen cerebral. Los niveles de omega-3 en sangre oscilaban entre 102 y 216 nmol/ml, lo que demuestra que los sujetos estudiados consumían cantidades muy bajas de pescado y otras fuentes de omega-3, teniendo en cuenta que las concentraciones medias en los adultos estadounidenses oscilan entre 289 y 321 nmol/ml. Los análisis que correlacionaban los distintos parámetros revelaron que los sujetos con los niveles más altos de omega-3 obtenían mejores resultados en las pruebas que evaluaban la flexibilidad cognitiva que sus compañeros y tenían la región del córtex cingulado anterior más grande. Estos resultados sugieren que esta zona del cerebro puede actuar como mediadora de la relación entre los omega-3 y la flexibilidad cognitiva en adultos cognitivamente sanos pero que se cree que corren el riesgo de sufrir un deterioro cognitivo.
Terapia nutricional para combatir el envejecimiento
Según los investigadores, el punto fuerte de este estudio es el uso de biomarcadores sanguíneos para medir el estado nutricional, lo que proporciona una evaluación más fiable de la ingesta de omega-3 que los cuestionarios de frecuencia alimentaria. Según la hipótesis de los científicos, el vínculo entre las funciones ejecutivas, las mediciones del volumen cerebral y los niveles de omega-3 sugiere la terapia nutricional como estrategia para evitar la disfunción cognitiva durante el envejecimiento.
Fuente: Zamroziewicz MK, Paul EJ, Rubin RD, Barbey AK. El córtex cingulado anterior media la relación entre los O3PUFAs and funciones ejecutivas en portadores de APOE e4. 2015 Front Aging Neurosci doi: 10.3889/10.3389/fnagi.2015.00087.