Antienvejecimiento

El omega-3 ayuda a las vitaminas B a proteger el cerebro de la atrofia

Ácidos grasos omega-3 y vitaminas B: contra la atrofia cerebral


Unos niveles adecuados de EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico) en la sangre potencian el efecto de la suplementación con ciertas vitaminas del grupo B para contrarrestar la atrofia cerebral, una afección muy común en las personas mayores.


Así lo recoge un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, y realizado por investigadores de las universidades de Oxford (Inglaterra) y Oslo (Noruega).



Estructura y función del cerebro: la importancia de los omega-3 


Los omega 3, en particular el DHA que es el ácido graso más prevalente en el cerebro, son necesarios para el desarrollo del sistema nervioso y el mantenimiento de su función, como demuestran numerosos estudios científicos. 


Existe una relación positiva entre las concentraciones de DHA y EPA en los glóbulos rojos y el volumen cerebral Varios estudios, entre otros, muestran que las concentraciones plasmáticas bajas de omega-3 y homocisteína están asociadas al desarrollo de atrofia cerebral y demencia. 


El aumento de las tasas de atrofia cerebral es común en las personas mayores con deterioro cognitivo. El objetivo del estudio era investigar si las concentraciones plasmáticas de EPA y DHA pueden alterar el efecto del tratamiento vitamínico sobre la atrofia cerebral.



Los ancianos con buenos niveles de omega-3 respondieron mejor a los suplementos


Un total de 168 ancianos con deterioro cognitivo leve participaron en la investigación. Se les administró un placebo a diario o suplementos que contenían altas dosis de vitaminas B (0,8 mg de ácido fólico, 20 mg de vitamina B6, 0,5 mg de vitamina B12). 


Los sujetos se sometieron a una resonancia magnética craneal, al principio y dos años después del tratamiento. Estos análisis, junto con los análisis del plasma, mostraron que en los sujetos con concentraciones elevadas de ácidos grasos, el tratamiento con vitaminas había ralentizado la tasa de crecimiento de la atrofia en un 40,0% en comparación con el placebo. 


Más concretamente, se halló una interacción estadísticamente significativa entre las concentraciones plasmáticas de vitaminas B y EPA, pero no con el DHA. Los suplementos vitamínicos, por otra parte, no tuvieron un efecto significativo sobre la tasa de atrofia entre los sujetos con niveles bajos de omega-3.



La interacción entre múltiples nutrientes es importante para la salud del cerebro


Según los investigadores que realizaron el estudio, estos datos demuestran que el impacto de las vitaminas B depende de la concentración de omega-3. Si éstos están disponibles para el cerebro, las vitaminas pueden ayudar a mantener su estructura. 


Pero sin la cantidad circulante adecuada de ácidos grasos, el impacto de las vitaminas B es limitado. Esta observación confirma, siempre según los autores, que en la relación entre nutrición y salud es importante fijarse no sólo en un nutriente. 


De hecho, el buen funcionamiento del cerebro, al igual que el de otros órganos, depende de muchos nutrientes para funcionar correctamente: DHA, vitaminas B, vitamina E y luteína. Para estar al día de las últimas novedades de la investigación científica sobre Omega-3, suscríbase a nuestro boletín



Fuente: Jereren F, Elshorbagy AK, Oulhaj A, Smith SM, Refsum H, Smith AD. Brain atrophy in cognitively impaired elderly: the importance of long-chain ω-3 fatty acids and B vitamin status in a randomised controlled trial. 2015 Am J Clin Nutr doi: 10.3945/ajcn.114.103283