Alimentación

Suplementos deportivos: cómo estimula el aceite de krill el sistema inmunitario tras una actividad física intensa

Suplementación y deporte: el aceite de krill estimula el sistema inmunitario después del ejercicio

La suplementación deportiva con aceite de krill durante seis semanas refuerza el sistema inmunitario en la fase posterior al esfuerzo físico al aumentar la actividad de unas células concretas conocidas como células asesinas naturales, que desempeñan un papel importante en las defensas del organismo. Por tanto, los suplementos de krill, ricos en omega-3 y antioxidantes, pueden proteger la salud del deportista inmediatamente después de una actividad física intensa, es decir, precisamente cuando la acción de los asesinos naturales y otros componentes inmunitarios disminuye durante varias horas.

Estos son algunos de los resultados obtenidos por investigadores de la Universidad de Glasgow (Escocia), que probaron los efectos de la suplementación deportiva con aceite extraído del krill, los pequeños crustáceos que viven en el Atlántico. Los datos se publicaron en la prestigiosa revista PloSOne.


Deporte y defensa inmunitaria, ¿cuál es la relación?

El sistema inmunitario es un complejo conjunto de células y moléculas capaces de reconocer y reaccionar ante la exposición a sustancias extrañas y nocivas para el organismo. El ejercicio puede tener efectos tanto positivos como negativos sobre la función inmunitaria. En concreto, en las personas que practican una actividad física moderada se produce una mejora de las defensas inmunitarias y, en consecuencia, son menos propensas a las infecciones que las personas sedentarias. Otros estudios demuestran que, por el contrario, la actividad física intensa y prolongada, como la que realizan los corredores de maratón o los ciclistas, deprime el sistema inmunitario y, por tanto, hace que los deportistas sean más susceptibles a las infecciones. La caída de la actividad del sistema inmunitario tras un ejercicio prolongado y de alta intensidad se conoce como "ventana abierta", que dura varias horas, y es durante esta fase cuando el deportista es más susceptible a las infecciones, en particular las de las vías respiratorias. 


Entrando en detalles, esta falta de protección parece deberse a una deficiencia de anticuerpos IgA en las mucosas de las vías respiratorias, a una disminución de los linfocitos T de tipo 1 y a una disminución de las células asesinas naturales, que desempeñan un papel crucial en la protección del organismo contra los microorganismos nocivos. El uso de complementos alimenticios especialmente formulados es una buena estrategia para reforzar las defensas naturales del organismo y proteger así al deportista, sin comprometer su rendimiento deportivo. Los suplementos de aceite de pescado ricos en omega-3 se recomiendan a los deportistas por su capacidad antiinflamatoria, antitrombótica, antiarrítmica e hipolipidémica. Varios estudios han sugerido que la mayoría de los deportistas, incluso los aficionados, deberían consumir EPA y DHA para prevenir la inflamación articular. Además, con el tiempo estas sustancias pueden mejorar el rendimiento deportivo, tal y como señalan algunos estudios publicados recientemente(leer aquí)



El omega 3 del krill refuerza el sistema inmunitario durante la "ventana abierta".

Los experimentos realizados por investigadores escoceses demostraron que, tanto en hombres como en mujeres, la suplementación con aceite de krill provocaba cambios importantes en el sistema inmunitario durante el periodo de recuperación posterior al ejercicio. En concreto, los investigadores observaron que en los sujetos que habían tomado el suplemento, aumentaba tanto la producción de IL-2, una molécula señal perteneciente a la familia de las citoquinas, que regula la actividad de las células inmunitarias, como la actividad de las células asesinas naturales. Como explicó el Dr. Stuart Gray, coordinador del estudio, este último hallazgo es muy importante porque, en condiciones normales, la actividad de las Natural Killer puede disminuir hasta un 60%, incluso durante varias horas después de un ejercicio prolongado. Estos resultados confirman los obtenidos en un estudio anterior publicado por los mismos científicos, en el que la suplementación con aceite de pescado parecía aumentar la IL-2 y la Natural Killer, durante el mismo periodo de recuperación. En el estudio actual, sin embargo, el aceite de krill se administró a los voluntarios a una dosis mucho menor, aproximadamente una cuarta parte, que el aceite de pescado de la investigación anterior, lo que sugiere un mayor potencial en la nutrición deportiva para que el aceite de krill aumente la protección del atleta tras un ejercicio extenuante.


Algunos detalles del estudio

Los investigadores reclutaron a 37 voluntarios sanos de ambos sexos con una edad media de unos 26 años. Cada sujeto tomó aleatoriamente dos gramos de aceite de krill al día o un placebo durante seis semanas. Todos los participantes realizaron una simulación de cronociclo, antes y después del tratamiento. Los análisis de los voluntarios, al principio y después de las seis semanas, mostraron que los que habían recibido el suplemento habían aumentado los niveles de EPA y DHA en los glóbulos rojos en un 75% y un 21% respectivamente, mientras que el índice de omega-3 había aumentado en un 27%. Por el contrario, las concentraciones de omega-6, ácido araquidónico y ácido docosatetraenoico, disminuyeron un 7% y un 17%. 


En cuanto al sistema inmunitario, en el grupo que había tomado aceite de krill, aparte del aumento significativo de la producción de IL-2, no se observaron cambios en la producción de otras citocinas durante el periodo de recuperación. Además, no se observó ningún efecto en el rendimiento físico, ni en la frecuencia cardiaca ni en el consumo de oxígeno. Como señalaron los científicos, este trabajo es el primero que estudia los efectos de la suplementación con aceite de krill sobre las células y las moléculas marcadoras de la función inmunitaria, y demostró que este tipo de suplemento puede potenciar ciertos elementos del sistema inmunitario unas tres horas después del ejercicio, sin alterar el rendimiento físico. 

Ahora queda por ver si la acción sobre el sistema inmunitario puede ser suficiente para reducir las infecciones de las vías respiratorias, y se llevarán a cabo más estudios sobre el papel del aceite de krill. 



Fuente: M. Da Boit, I. Mastalurova, G. Brazaite, N. McGovern, K. Thompson, S.R. Gray "The Effect of Krill Oil Supplementation on Exercise Performance and Markers of Immune Function" PLoS One ; 2015; Volume 10, Number 9: e0139174.