Alimentación

El omega-3 reduce el riesgo de ictus hasta en un 17%, según un estudio

Accidente cerebrovascular: un 17% menos de riesgo tomando suplementos de omega-3


Un nuevo estudio confirma la relación entre el consumo de alimentos ricos en omega-3 y un menor riesgo de ictus. Quienes consumen al menos 5 raciones de pescado a la semana tienen un 13% menos de probabilidades de sufrir un ictus. Si luego nos centramos en los ictus isquémicos, la reducción del riesgo alcanza el 17%. Para llegar a estas conclusiones, un grupo de investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (EE.UU.) analizó los datos de 16 estudios diferentes en los que participaron un total de 402.127 individuos. Los resultados del análisis se publicaron en la revista European Journal of Clinical Nutrition.



Dudas infundadas


Ya en el pasado, varios estudios han encontrado una estrecha relación entre el consumo de pescado rico en Om ega-3 y, más concretamente, entre la ingesta de estos ácidos grasos y la reducción del riesgo de ictus. Un análisis publicado en Stroke por investigadores del Karolinska Institutet de Estocolmo (Suecia), por ejemplo, demostró que comer pescado rico en Omega-3 unas tres veces por semana reducía en un 6% la probabilidad de sufrir un ictus. En investigaciones posteriores, los mismos científicos descubrieron que una ingesta elevada de Omega-3 se asociaba a una reducción del 16% del riesgo de sufrir un ictus. Unos datos tan abrumadores parecían no dejar lugar a dudas sobre el papel protector de estos ácidos grasos. Sin embargo, una publicación reciente en JAMA, que ha sido objeto de muchas críticas, había insinuado que los omega-3 no eran útiles para proteger el sistema cardiovascular. Este nuevo estudio, sin embargo, refuerza aún más la hipótesis de que existe una asociación entre el consumo de pescado rico en estos nutrientes y la reducción del riesgo de ictus.



Las razones del efecto protector contra el ictus isquémico

En comparación con otras investigaciones, el análisis realizado por los investigadores de Chapell Hill permite distinguir entre distintos tipos de ictus. De hecho, existen dos tipos distintos de ictus. Mientras que el ictus hemorrágico se debe, como su nombre indica, a una hemorragia en el tejido nervioso,el ictus isquémico se debe a la interrupción del flujo sanguíneo por la presencia de coágulos en los vasos que circulan por el cerebro. De hecho, explican los científicos, la acción protectora de los Omega-3 contra el ictus se basa en su capacidad para inhibir la agregación plaquetaria y, por tanto, reducir la probabilidad de formación de los coágulos que provocan los episodios isquémicos. Por el contrario, podría pensarse que esta acción antiagregante plaquetaria aumenta el riesgo de hemorragia y, por tanto, de accidentes cerebrovasculares hemorrágicos. De hecho, este estudio despeja incluso esta duda. Los investigadores no observaron ningún aumento de la incidencia de accidentes cerebrovasculares hemorrágicos en las personas que comen mucho pescado.



Beneficios a largo plazo


Los autores del nuevo análisis también hicieron hincapié en otro aspecto: durante cuánto tiempo se toma Omega-3. De hecho, algunos estudios que no hallaron una asociación entre el consumo de estos nutrientes y el riesgo de ictus evaluaron el efecto de tomar suplementos de Omega-3 durante un periodo de tiempo limitado. En este caso, sin embargo, los estudios incluidos en el análisis tenían una duración media de 12,8 años. Según los investigadores, los ensayos clínicos a corto plazo realizados en pacientes no pueden excluir efectos a largo plazo sobre el riesgo de ictus en la población general, lo que confirma este análisis.




Fuente Xun P, Qin B, Song Y, Nakamura Y, Kurth T, Yaemsiri S, Djousse L, He K, 'Fish consumption and risk of stroke and its subtypes: accumulating evidence from a meta-analysis of prospective cohort studies', Eur J Clin Nutr. 2012 Oct 3. doi: 10.1038/ejcn.2012.133