Sistema inmunitario

Lupus: un estudio en ratones revela que el DHA reduce las lesiones pulmonares y renales

Lupus: el DHA reduce las lesiones pulmonares y renales en ratones

Los omega-3 podrían combatir el lupus eritematoso sistémico, una enfermedad autoinmune crónica que afecta sobre todo a las mujeres jóvenes. De hecho, según un estudio realizado en ratones de laboratorio, el DHA reduce en más de un 90% las lesiones pulmonares y renales que se producen en los animales afectados. Un resultado sorprendente que sugiere nuevas hipótesis sobre el papel del omega-3 en la lucha contra las enfermedades autoinmunes.  

Los detalles de la investigación, realizada por investigadores de la Universidad de Michigan (EE.UU.), se han publicado en la revista PLOS One.




¿Qué es el lupus eritematoso sistémico?

El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta a una persona de cada 5.000 habitantes; en Italia hay unos 60.000 pacientes afectados. Afecta sobre todo a mujeres en edad fértil, con una frecuencia 10 veces superior a la de los hombres. Aunque el lupus es una enfermedad que, como pocas, puede dar manifestaciones que afecten a cualquier órgano o aparato, hay algunas manifestaciones clínicas que son características de la enfermedad, como alteraciones cutáneas, artritis, pleuresía y pericarditis, daño renal y alteraciones hematológicas. 


Se desconoce la causa del LES, pero se cree que una predisposición genética y uno o varios factores desencadenantes externos, como ciertos medicamentos, infecciones, traumatismos graves o estrés, cambios hormonales, exposición prolongada al sol o a los rayos UV y ciertas sustancias, determinan la enfermedad. 


Entre estos últimos, las partículas de sílice cristalina, comúnmente llamadas cuarzo, a las que están expuestos los trabajadores empleados en la minería, parecen aumentar el riesgo de padecer enfermedades autoinmunes, incluido el LES. Otro factor que parece determinar la susceptibilidad a la autoinmunidad es la dieta, en particular los lípidos, que son los nutrientes que pueden influir en la función del sistema inmunitario. 


Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y omega-6 son los precursores de las moléculas proinflamatorias y antiinflamatorias, respectivamente. Los estudios clínicos de los últimos 30 años han revelado que la ingesta de omega-3 previene y resuelve la inflamación y, en consecuencia, puede ayudar a aquellos individuos que tienen una predisposición genética a padecer menfermedades autoinmunes como el LES.




Menos daños pulmonares y renales gracias al DHA de las algas

La investigación estudió el efecto de distintas concentraciones del omega-3 DHA, extraído de ciertas algas marinas, sobre las lesiones pulmonares y renales causadas por el Lupus en ratones de laboratorio. Los resultados revelaron que hasta el 96% de éstas se reducían con concentraciones elevadas de DHA. Como señaló el Dr. James Pestka, profesor de la Universidad Estatal de Michigan y autor principal del estudio, al producirse en un entorno controlado, el aceite extraído de las algas rico en DHA no tenía contaminantes ambientales, lo que lo convertía en un producto seguro. Pero si se obtiene mediante procesos de fabricación específicos, incluso el omega-3 derivado del pescado puede estar libre de contaminantes.


Los resultados recuerdan la necesidad de consumir pescado rico en omega-3 o suplementos específicos; estos ácidos grasos, que el ser humano es incapaz de sintetizar, están poco representados en la dieta occidental, rica en cambio en grasas saturadas o ácidos grasos poliinsaturados omega-6.




Algunos detalles del estudio

El estudio examinó el efecto del DHA sobre las lesiones típicas del LES en los pulmones y riñones de ratones hembra genéticamente predispuestos a la enfermedad. Los animales fueron alimentados con dietas que contenían diferentes concentraciones de DHA: 0,0; 0,4; 1,2 y 2,4%. 


Dos semanas después del tratamiento, se expuso a los ratones a 1 mg de cuarzo, una sustancia mineral que, como se ha mencionado, estimula la respuesta autoinmune en riñones y pulmones, una vez a la semana durante 16 semanas. Tras finalizar el tratamiento, se analizaron las concentraciones de moléculas señalizadoras de la inflamación y la autoinmunidad en pulmones, riñones y sangre. Los resultados revelaron que en los pulmones la cantidad de determinados anticuerpos se reducía tras el consumo de las distintas concentraciones de DHA: 0,4; 1,2; 2,4%, en un 80, 98 y 96% respectivamente. 


El suplemento de las mismas concentraciones de DHA también provocó una reducción de las células inmunitarias (CD3+) en el pulmón en un 41, 79 y 83%, respectivamente. Según uno de los autores del estudio, Jack Harkema, el DHA podría cambiar la forma en que ciertas células del sistema inmunitario, también conocidas como macrófagos, responden al sílice, potenciando la respuesta del sistema inmunitario en los pulmones. Al comentar los resultados, el propio Harkema señaló que nunca antes se había demostrado en otros estudios un efecto tan grande del DHA sobre las lesiones pulmonares desencadenadas por el sílice.




¿DHA como futura terapia?

Los resultados obtenidos apuntan al DHA como candidato para la prevención o el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas, ya que puede bloquear la progresión de afecciones autoinmunes desencadenadas por factores ambientales. Para confirmar esta hipótesis, cabe mencionar que la exposición al cuarzo también parece estar relacionada con otra enfermedad autoinmune: la artritis reumatoide, y algunas investigaciones han demostrado que el consumo de omega-3 es beneficioso para quienes la padecen. El estudio, sin embargo, como señalaron los investigadores, sólo se realizó en animales; en humanos, las dosis de DHA correlacionadas con las utilizadas en ratones serían de unos 2; 6 y 12 gramos al día. Las recomendaciones actuales establecidas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), sin embargo, sugieren una ingesta de 250 miligramos de EPA + DHA al día para la población adulta en general y una cantidad máxima tolerada de 5 gramos al día. Por lo tanto, los estudios futuros deberían centrarse en el efecto de esta dosis o de dosis inferiores de omega-3 en los seres humanos.   




Fuente: Autores: James J. Pestka et al. "Silica-Triggered Autoimmunity in Lupus-Prone Mice Blocked b y Docosahexaenoic Acid Consumption". PLOS One.