Omega-3: todos los beneficios para la piel
Piel sana. Suave, tensa, radiante, joven y bien hidratada. Éstos son sólo algunos de los beneficios que el Omega-3 puede aportar a su piel.
¿Cómo llegamos a conocer esta poderosa acción de los ácidos grasos esenciales? La historia es fascinante y merece ser contada.
La dieta de los esquimales
En los años 70 aparecieron los primeros estudios sobre los hábitos alimentarios y las condiciones de salud de los esquimales inuit que vivían en los hielos de Groenlandia. Se observó que su dieta, basada en pescados grasos ricos en Omega-3, reducía drásticamente la aparición de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, cuando estas poblaciones empezaron a emigrar a los países industrializados, donde abandonaron sus hábitos alimentarios saludables, no sólo aumentó su riesgo cardiovascular, sino también la incidencia de ciertas enfermedades de la piel que antes eran muy poco frecuentes entre los esquimales, como la dermatitis atópica y la psoriasis. ¿Qué había ocurrido? Sencillamente, sus reservas de Omega-3 habían disminuido.
Omega-3 para piel seca, dermatitis y psoriasis
Los omega-3 se encuentran en diversos tejidos del cuerpo humano. Entre ellos, abundan en el tejido epitelial, donde desempeñan un papel fundamental, ya que participan en la formación de la película hidrolipídica, una fina película compuesta de agua y lípidos que recubre la piel y el cuero cabelludo, protegiéndolos de las agresiones externas.
Cuando hay escasez de omega-3, la piel está más seca y puede aparecer acné, eccema, caspa, el pelo es quebradizo y sin brillo y también se observan uñas quebradizas. Y no sólo eso: los ácidos grasos también son valiosos en el tratamiento de la dermatitis y la psoriasis. Una buena ingesta de omega-3 ayuda a restablecer las proporciones correctas entre los diferentes ácidos grasos que aseguran la integridad y funcionalidad del tejido epitelial.
Ya en 1998, investigadores de la Universidad Justus Liebig de Giessen (Alemania) demostraron la eficacia de los Omega-3 en el tratamiento de una forma crónica de psoriasis caracterizada por la formación de placas. Más recientemente, un análisis publicado en el British Journal of Dermatology reveló que una dieta rica en Omega-3 procedentes del aceite de pescado ayuda a desactivar los procesos inflamatorios asociados a la psoriasis y mejora sus síntomas.
Esta investigación demuestra lo que ya podíamos adivinar observando la salud de los esquimales: los omega-3 son un elemento clave en la construcción de tu salud. Más aún: son su piedra angular.