Sistema nervioso

El omega-3 protege y acelera la cicatrización de los nervios periféricos

Suplementos de omega 3: también una ayuda para las lesiones nerviosas periféricas

Los omega-3 podrían ayudar a prevenir daños en los nervios periféricos y a regenerarlos tras un traumatismo. Así lo sugiere un estudio coordinado por Adina Michael-Titus, de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido), publicado en la revista Journal of Neuroscience. Según Michael-Titus, los resultados obtenidos en experimentos preliminares con ratones sugieren que estos nutrientes podrían ser útiles para tratar lesiones nerviosas localizadas fuera del cerebro y la médula espinal.


Nervios dañados, no es sólo cuestión de dolor

El dolor no es el único problema al que hay que enfrentarse cuando se sufre una lesión nerviosa. Otras posibles consecuencias de una lesión nerviosa pueden ser la sensación de debilidad o incluso la parálisis muscular. Los nervios periféricos, situados fuera del cerebro y la médula espinal, tienen capacidad de regeneración. Y no sólo eso: las técnicas médicas específicas pueden ayudar a recuperar la funcionalidad. Salvo en el caso de las lesiones más leves, la recuperación de este tipo de traumatismos no suele ser completa.


El papel del Omega-3 en el tejido nervioso

Los resultados de estudios anteriores han demostrado los beneficios de los omega-3 en diversos trastornos neurológicos, incluidos los traumatismos agudos. Estos ácidos grasos son un constituyente fundamental de las membranas de las células nerviosas, cuya multiplicación y diferenciación garantizan. No sólo eso, estos nutrientes son importantes para que las neuronas utilicen correctamente los neurotransmisores, las moléculas responsables de la transmisión de los impulsos nerviosos. Los expertos especulan que estas actividades son útiles en la prevención, control y tratamiento de los siguientes trastornos psiquiátricos:

  • depresión;
  • trastorno bipolar;
  • enfermedades neurodegenerativas (como el Alzheimer).


El omega-3 ayuda a proteger los nervios

Durante su estudio, Michael-Titus y sus colegas simularon un traumatismo en las células nerviosas de ratones que, debido a la expresión del gen fat-1, son capaces de acumular niveles de Omega-3 superiores a los normales. Los investigadores dañaron nervios periféricos estirándolos o privándolos de oxígeno, y luego evaluaron los niveles de muerte celular. Comprobaron que unos niveles elevados de Omega-3 protegían a las neuronas de ambos tipos de daño. Un segundo experimento, en el que los científicos dañaron el nervio ciático de ratones, reveló que los animales que acumulaban mayores cantidades de estos ácidos grasos eran capaces de recuperar la función nerviosa más rápidamente. Todos estos resultados se confirmaron analizando la expresión de determinados marcadores de daño. Por último, también se observó que los ratones que expresaban grasa-1 estaban protegidos frente a laatrofia muscular que puede provocar el daño neurológico.


Omega-3 para proteger los nervios de las consecuencias de los traumatismos

Según Michael-Titus, estos resultados indican la utilidad de los Omega-3 para proteger las células nerviosas dañadas. También pueden acelerar la curación de los nervios periféricos tras un traumatismo. El investigador explica que este fenómeno es un paso clave hacia la curación. Nuevas investigaciones podrán aclarar mejor el papel protector de los Omega-3 en los nervios humanos.  



Fuente 

1. Gladman SJ, Huang W, Lim SN, Dyall SC, Boddy S, Kang JX, Knight MM, Priestley JV, Michael-Titus AT, 'Improved outcome after peripheral nerve injury in mice with increased levels of endogenous ω-3 polyunsaturated fatty acids', J Neurosci. 2012 Ene 11;32(2):563-71