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Nutrición y estrés físico y mental: ¿existe un complemento eficaz?

Los omega-3 protegen la salud y el tamaño del cerebro

Los niveles elevados de Omega 3 parecen ralentizar la pérdida de volumen cerebral durante el envejecimiento. De hecho, las mujeres posmenopáusicas con altas concentraciones de los ácidos grasos DPA (ácido docosapentaenoico) y EPA (ácido eicosapentaenoico) tienen cerebros más grandes en comparación con otras de la misma edad.

El omega-3 protege contra las lesiones cerebrales y preserva las fibras nerviosas

Los omega-3 en altas concentraciones tienen un efecto protector sobre el cerebro de las personas mayores. Los niveles elevados de DHA (ácido docosahexanoico), EPA (ácido eicosapentaenoico) y DPA (ácido docosapentaenoico) parecen reducir el riesgo de ictus silenciosos, pequeñas lesiones causadas por la falta de flujo sanguíneo, y confieren mayor estabilidad a las fibras nerviosas que componen la sustancia blanca. 

Los suplementos de EPA mejoran la función cognitiva y reducen la tensión cerebral

Los suplementos de Omega 3 ricos en EPA (ácido eicosapentaenoico), en sujetos jóvenes, aumentan el rendimiento cognitivo y ayudan al cerebro a trabajar con menos esfuerzo. Los basados en DHA (ácido docosahexaenoico) parecen menos eficaces para mejorar el rendimiento neurocognitivo.

Fumar cigarrillos: ¿ayudan los Omega-3 a dejar de fumar?

Tomar suplementos de EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico) puede ayudar a reducir las ansias de nicotina y el número de cigarrillos fumados al día.   

Una mezcla de omega-3 y vitaminas para contrarrestar el deterioro cognitivo

Una bebida que contiene 2 gramos de omega-3 junto con vitaminas y sustancias vegetales, entre ellas resveratrol y vitamina D, parece contrarrestar el deterioro cognitivo leve (DCL) tanto inmunológico como bioquímico, con lo que también actúa sobre varios mecanismos típicos de la enfermedad de Alzheimer.

El ácido graso omega-3 DHA reduce los daños del ictus

Se han confirmado los beneficios del ácido graso omega-3 DHA (ácido docosahexaenoico) contra el ictus. Según un estudio de la Universidad Laval de Ville de Quebéc (Canadá), este ácido graso puede reducir en un 25% los daños derivados de este evento cerebral.

Omega-3 para proteger contra los traumatismos craneales

Los omega-3 protegen contra el daño cerebral. Un estudio publicado en la revista Neurosurgery, realizado por investigadores de la West Viriginia University de Morgantown (EE.UU.), demuestra el potencial de estos ácidos grasos para prevenir los efectos perjudiciales que los traumatismos craneoencefálicos pueden tener en el cerebro.

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El omega-3 aumenta las conexiones entre neuronas: el estudio de los monos

Una dieta rica en Omega-3 DHA (ácido docosahexaenoico) favorece el desarrollo de un cerebro sano. De hecho, los macacos que lo consumen en cantidades elevadas tienen una corteza cerebral con muchas conexiones y una organización similar a la del cerebro humano, mientras que los que siguen una dieta baja en Omega-3 presentan una red neuronal más limitada.

Descubierta una molécula que transporta DHA al cerebro

Se llama Mfsd2a y es la proteína responsable de la captación de DHA (ácido docosahexaenoico) por el cerebro. El omega-3 es captado y translocado al cerebro, donde se encuentra en altas concentraciones, por la molécula transportadora que se encuentra exclusivamente en las células de los vasos sanguíneos del sistema nervioso central. 

Conmoción cerebral en el deporte: el Omega-3 ayuda a la recuperación

Los omega-3 pueden mitigar los cambios causados por las conmociones cerebrales relacionadas con el deporte. El DHA (ácido docosahexaenoico) parece actuar sobre los acontecimientos moleculares que se producen tras la lesión, ayudando a la recuperación. 

ELA: ¿Se puede combatir con Omega-3?

Una dieta rica en Omega 3 parece reducir el riesgo de enfermar de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa, también conocida como enfermedad de Lou Gehrig, que afecta a las células nerviosas del cerebro y la médula espinal. 

El omega-3 preserva la estructura y el tamaño del cerebro

El consumo de aceite de pescado rico en Omega 3 parece promover ciertos cambios positivos en la estructura del cerebro humano. Así, los suplementos podrían preservar el volumen y la función cerebrales, reduciendo el riesgo de neurodegeneración y deterioro cognitivo. 

Crisis epilépticas: el aceite de pescado reduce la frecuencia de las crisis

La ingesta de pequeñas cantidades de aceite de pescado rico en los omega tres EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico), por parte de pacientes con epilepsia, ayuda a contrarrestar las convulsiones, reduciendo su frecuencia en un tercio, y a disminuir la presión arterial. 

Depresión: el EPA puede combatir la depresión causada por el interferón alfa.

Los omega 3 podrían prevenir la depresión que se produce durante el tratamiento de la infección por el virus de la hepatitis C con interferón alfa (IFN-ɑ). Tomar suplementos ricos en EPA (ácido eicosapentaenoico) durante quince días basta para reducir la tasa de depresión de los pacientes entre un 30 y un 10%. 

Agresividad y trastornos de conducta, ayuda del combo omega-3 y vitamina D

La combinación de Omega 3 y vitamina D mejoraría la función cognitiva y el comportamiento social al regular los niveles de serotonina. La acción sinérgica de ambos nutrientes podría ayudar a combatir la esquizofrenia, el trastorno bipolar y el trastorno por déficit de atención (TDAH).

La EPA puede reducir el riesgo de hemorragia intracerebral

El omega 3 EPA (ácido eicosapentaenoico) parece proteger contra el riesgo de hemorragia intracerebral. Su deficiencia, de hecho, así como la baja proporción de EPA con respecto al ácido araquidónico, parece ser un factor de riesgo para este tipo de ictus, junto con otros ya conocidos como la hipertensión arterial.