Sistema cardiovascular

Salud cardiaca: Se necesitan dosis más elevadas de omega-3 para reducir el riesgo cardiovascular. Lo dice el mayor estudio sobre el papel del EPA y el DHA

Una nueva investigación confirma la eficacia de los omega-3 sobre el sistema cardiovascular y destaca la importancia de dosis más elevadas, en comparación con las recomendadas actualmente, para lograr mejores efectos sobre la salud del corazón. Se afirma que el consumo diario de suplementos que contengan al menos 1.000 miligramos de EPA y DHA se asocia a un menor riesgo de cardiopatía coronaria e ictus, y que el efecto protector aumenta en relación con la cantidad. La enorme cantidad de datos tenidos en cuenta para la investigación sugiere que la suplementación con omega-3 es una excelente estrategia para la prevención de afecciones patológicas, que causan millones de muertes al año en todo el mundo, y la necesidad de revisar las cantidades de DHA y EPA recomendadas hasta la fecha.

El estudio se publica hoy en la revista Mayo Clinic Proceedings y está dirigido por Aldo Bernasconi, vicepresidente de GOED (Global Organisation for EPA and DHA Omega-3), junto con un equipo de investigadores estadounidenses, rusos y finlandeses. 




Omega-3 y salud cardiaca. ¿Qué dicen los estudios? 


A pesar de los importantes avances en la prevención y el tratamiento de las enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, siguen siendo la principal causa de mortalidad en todo el mundo. Según el Istituto Superiore di Sanità, en Italia las enfermedades cardiovasculares son responsables del 44% de todos los fallecimientos; en particular, la cardiopatía isquémica, que es la principal causa de muerte. La principal arma de defensa contra estas afecciones es la adopción de un estilo de vida correcto: una dieta baja en grasas saturadas, la eliminación del alcohol y el tabaco, y la práctica regular de actividad física. El consumo de EPA y DHA de origen marino representa una estrategia prometedora para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, como demuestran estudios en animales y epidemiológicos. Sin embargo, en lo que respecta al efecto protector de los omega-3, algunas investigaciones han llegado a conclusiones divergentes. Las razones de esta variabilidad no se comprenden bien y, aunque se han propuesto varias explicaciones posibles, faltan datos definitivos. Las hipótesis van desde la variabilidad natural de estudios insuficientemente amplios hasta la interferencia de los mecanismos de acción de los omega-3 con las estrategias de prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares (en particular, el uso de estatinas). Además, en lo que respecta a los suplementos de EPA y DHA, los metaanálisis anteriores han comparado el efecto de dosis ligeramente superiores o inferiores a 1.000 mg al día, utilizando lo que constituye una limitación arbitraria que no permitiría una evaluación adecuada de la relación dosis-efecto. En 2006, un estudio observó que una dosis mucho mayor se asociaba a una mayor protección cardiovascular. 



¿Son necesarios más de 1.000 mg al día de EPA y DHA para reducir el riesgo de infarto de miocardio? 

El nuevo estudio reveló que la suplementación con omega-3 se asocia a una reducción del riesgo de eventos cardiovasculares; concretamente, a una reducción del 35% del riesgo de infarto de miocardio mortal, del 13% de infarto de miocardio, del 10% de enfermedad coronaria y del 9% de mortalidad coronaria. A diferencia de estudios anteriores, este trabajo tiene en cuenta la totalidad de los estudios disponibles sobre el efecto de las cantidades de EPA y DHA. El mayor número de datos y la gama más amplia de dosis permitieron realizar estimaciones más precisas y sólidas de las relaciones dosis-efecto. El metaanálisis incluyó hasta 40 estudios, que analizaron datos de 135.266 individuos. Las dosis oscilaban entre menos de 800 miligramos al día y 5,5 gramos al día, con una media de 1.221 mg de omega-3. Se trata de una actualización de un metaanálisis realizado previamente que abarca todos los estudios que relacionan la suplementación con EPA y DHA con eventos cardiovasculares publicados antes de agosto de 2019. Los aspectos considerados para el estudio fueron infarto de miocardio, eventos de enfermedad arterial coronaria, angina de pecho, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, enfermedad arterial periférica, muerte súbita, cirugía cardiovascular no planificada y mortalidad por infarto de miocardio. Según los autores de la investigación, los resultados aportan pruebas científicas de la eficacia del EPA y el DHA en la prevención de eventos cardiovasculares, en particular el infarto de miocardio, y sostienen que las personas que siguen la dieta pueden tener un mayor riesgo de deficiencia de omega-3. Para Ellen Schutt, directora ejecutiva del GOED, el estudio representa el análisis más completo realizado hasta la fecha sobre el papel de las dosis de omega-3 en la prevención cardiovascular, y sienta las bases para revisar las recomendaciones sobre las cantidades de EPA y DHA. 




¿Será necesario aumentar las dosis recomendadas de omega-3?

Estos resultados muestran que el efecto protector de los suplementos de omega-3 parece aumentar con la dosis, y las recomendaciones sobre la ingesta de EPA y DHA deberían tener en cuenta los nuevos datos. Teniendo en cuenta los costes relativamente bajos, la ausencia de efectos secundarios de la suplementación con omega-3 y las escasas interacciones con otras terapias estándar utilizadas en la prevención cardiovascular, el propio GOED podría modificar sus recomendaciones de dosificación, recomendando la ingesta de al menos 1000 mg al día de omega-3. En la actualidad, las recomendaciones se sitúan entre 250 y 500 mg de EPA y DHA al día, incluso teniendo en cuenta que el estadounidense medio, en años pasados, tomaba 100 mg o menos. Por tanto, no parecía tener mucho sentido recomendar una dosis demasiado alta sabiendo que pocos consumidores la obtendrían. Hoy en día, con la comercialización de complementos alimenticios con una mayor concentración de omega-3, se pueden conseguir dosis más altas tomando una o dos cápsulas al día.



Omegor Vitalidad 1000

Se pueden conseguir altas dosis de omega-3 tomando un suplemento altamente concentrado como Omegor Vitality 1000, que contiene nada menos que 900 miligramos de omega-3 en cada cápsula. Este producto de aceite de pescado ultrapuro tiene una proporción 2:1 de EPA y DHA en forma de triglicéridos, la forma que mejor permite la absorción en los intestinos. Además, cada cápsula contiene 10 mg de vitamina E, un potente antioxidante natural.



Meaquor 1000

Otro suplemento de omega-3 con un aporte muy elevado de EPA y DHA es Meaquor 1000: cada cápsula contiene 1080 miligramos de omega-3. Este producto está especialmente recomendado para mantener niveles normales de triglicéridos y presión arterial.   



Fuente: Bernasconi AA, et al., 2020. "Efecto de la dosis de Omega-3 en los resultados cardiovasculares". Actas de la Clínica Mayo