Omega-3 DHA: si la naturaleza no es suficiente...
¿Quién no querría más fluidez y flexibilidad para las membranas nerviosas de su cerebro? Pues bien, el elemento responsable de todo esto es el DHA, o ácido docosahexanoico o -con un término del siglo XIX- ácido cervónico, precisamente porque está muy presente en el cerebro.