La mujer en la salud

Enfermedades cardiovasculares, principalmente mujeres a partir de los 40 años en riesgo por deficiencia de omega-3

Enfermedades cardiovasculares en la mujer: riesgo a partir de los 40 por carencia de omega-3

Más del 70% de las mujeres de entre 40 y 59 años muestran una alta probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, debido a la insuficiencia de EPA y DHA en su sangre. Según un estudio realizado en la población femenina alemana, de hecho, casi todas las mujeres de mediana edad tienen un bajo índice de Omega 3, es decir, un bajo porcentaje de EPA y DHA en las membranas celulares de los glóbulos rojos, una condición peligrosa para la salud del corazón y mucho más.

La investigación, realizada por investigadores de la Universidad Leibniz de Hannover (Alemania), se ha publicado en los últimos meses en la revista Prostaglandins, Leukotrienes and Essential Fatty Acids.

Los omega-3 protegen la salud del corazón

Los efectos positivos de un consumo adecuado de omega-3 son numerosos, están bien documentados y han sido aprobados por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), especialmente en lo que respecta a la salud cerebral y cardiovascular. La asociación entre el consumo dietético de EPA y DHA y la prevención cardiovascular se observó por primera vez a mediados del siglo pasado, gracias a un estudio realizado con la población inuit de Groenlandia, que demostró una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares en estos sujetos debido a una dieta rica en pescados grasos omega-3. La relación entre una dieta rica en pescado y la protección frente a las enfermedades cardiovasculares ha sido confirmada desde entonces por numerosos estudios epidemiológicos. Los mecanismos por los que el omega-3 ejerce efectos protectores cardiovasculares son diversos:

  • aumentan la fluidez de las membranas celulares
  • mejorar la función endotelial
  • modulan la agregación plaquetaria
  • tienen acción antiarrítmica
  • reducir los triglicéridos en sangre

Por eso, medir el nivel de omega-3 de un individuo y, en particular, conocer la composición de ácidos grasos de los glóbulos rojos, es importante para definir el riesgo cardiovascular. Las concentraciones sanguíneas de DHA y EPA pueden medirse mediante el Índice Omega-3, un nuevo método para evaluar el riesgo cardiaco. El Índice Omega-3 representa la suma de omega-3 en las membranas de los glóbulos rojos y se expresa como el porcentaje de EPA y DHA sobre el total de ácidos grasos de la membrana. Un valor bajo del índice se asocia a una mayor probabilidad de muerte súbita cardiaca, es decir, muerte por parada cardiovascular que se produce de forma inesperada incluso en individuos que nunca han experimentado una disfunción cardiaca. Obviamente, un valor alto del índice Omega-3 se asocia a un menor riesgo de muerte súbita cardiaca. Basándose en numerosos estudios epidemiológicos sobre la relación entre el riesgo de muerte súbita cardiaca y la cantidad de omega-3 en los glóbulos rojos, los científicos han llegado a la conclusión de que:

  • Indice Omega-3 < del 4%: indica forte probabilità per un individuo di essere colpito da morte cardiaca improvvisa
  • Índice de omega-3 entre 4 y 8%: riesgo moderado
  • Índice omega-3 > 8%: indica una situación de bajo riesgo

Varios estudios han demostrado que la concentración de omega-3 en las mujeres de los países occidentales es baja. El objetivo de este nuevo estudio era precisamente evaluar el estado de omega-3 en las mujeres alemanas e identificar las variables que podrían influir en él.

Índice de omega-3 demasiado bajo para casi todas las mujeres participantes en el estudio

La investigación, realizada en la población femenina alemana, demostró que la gran mayoría de las mujeres de mediana edad no consumen suficiente omega-3 en su dieta, y que nada menos que el 97,3% de todas las mujeres participantes tenían un Índice Omega-3 inferior al 8%, lo que revela una situación peligrosa para el corazón. En concreto, el 62,8% de las mujeres seleccionadas en el estudio tenían un Índice Omega-3 de entre el 4 y el 6%, mientras que un pequeño porcentaje de ellas (el 9%) presentaba un Índice Omega-3 inferior al 4%; una situación de riesgo para la salud cardiaca, pero que también aumenta la probabilidad de problemas como el deterioro cognitivo y los síntomas depresivos. Como señaló la profesora Sandra Geller, que dirigió el estudio, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en Europa y tienen una incidencia mayor en las mujeres que en los hombres, que tiende a aumentar con la edad. Los episodios cardiovasculares se producen en el 10% de las mujeres de entre 20 y 39 años, mientras que la frecuencia se eleva al 35,5% entre las mujeres de 40 a 59 años.

Algunos detalles del estudio

El equipo de investigadores alemanes analizó los datos de 446 mujeres de entre 40 y 60 años que habían participado previamente en un estudio nacional mucho más amplio. Para cada una de las participantes, se midieron los niveles de omega-3 en las membranas de los glóbulos rojos, como porcentaje de EPA y DHA respecto al total de ácidos grasos presentes. Los resultados mostraron una puntuación media del Índice Omega-3 de 5,49. Los valores del índice en este estudio se clasificaron como: muy bajo (índice inferior al 4%), bajo (4% - 6%), moderado (6% - 8%) o alto (superior al 8%). Los datos obtenidos mostraron que el índice Omega-3 parecía estar influido por la edad y el tabaquismo, con valores ligeramente superiores en las mujeres de 50 años o más y en las no fumadoras. Las que tomaban anticonceptivos hormonales también mostraban un nivel más bajo de EPA, y una relación más baja entre EPA y ácido alfa linoleico, un ácido graso precursor del EPA y el DHA, que las mujeres que no tomaban anticonceptivos hormonales.

Las mujeres necesitan aumentar sus niveles de omega-3

El estudio mostró que más del 97% de las mujeres de mediana edad tenían un índice de omega-3 inferior al 8%, que es el valor considerado protector para el corazón, lo que sugiere la necesidad de aumentar el consumo de omega-3 para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, depresión y deterioro cognitivo. Los mismos autores señalaron que en Alemania las recomendaciones actuales de consumo de omega-3 para la población general se refieren únicamente al ácido alfa linoleico, a pesar de que se sabe que la tasa de conversión de éste en EPA y, sobre todo, en DHA es muy baja. Las ingestas de referencia de EPA y DHA emitidas por las distintas organizaciones y autoridades científicas oscilan entre 250 y 500 miligramos de EPA y DHA al día para adultos sanos.


Fuente: Sandra Gellert, et al. 'Low long chain omega-3 fatty acid status in middle-aged women' Prostaglandins, Leukotrienes and Essential Fatty Acids (PLEFA)