Antienvejecimiento

Alzheimer: el omega-3 estimula la eliminación de moléculas nocivas del cerebro

Enfermedad de Alzheimer: el omega-3 ayuda a eliminar las moléculas nocivas del cerebro


Los omega-3 del aceite de pescado pueden mejorar la función del sistema glinfático, una estructura similar al sistema linfático que drena los desechos del cerebro, favoreciendo la eliminación de ciertas moléculas implicadas en la aparición de la enfermedad de Alzheimer, entre ellas la proteína β-amiloide. Este descubrimiento se suma a los numerosos estudios que han demostrado el papel de los omega-3 para contrarrestar la enfermedad y mantener la salud del cerebro a través de diversos mecanismos moleculares.


La nueva investigación, publicada en The FASEB Journal, fue realizada por investigadores de la Universidad de Macao (China).



Enfermedad de Alzheimer Alzheimer: primera causa de demencia en Occidente

El Alzheimer es una enfermedad cerebral degenerativa de curso crónico, lento y progresivo, caracterizada por una atrofia generalizada del tejido nervioso, que provoca un deterioro de todas las funciones intelectuales. Es la causa más frecuente de demencia en la población anciana de los países occidentales. 


Se calcula que hay 36 millones de enfermos en todo el mundo, de los cuales 6 millones en Europa y 1 millón en Italia. Desde el punto de vista neuropatológico, el cerebro de los enfermos de Alzheimer se caracteriza por placas formadas por la acumulación de una proteína, la beta-amiloide, y la formación de ovillos de otra proteína, llamada Tau. 


Se cree que la presencia de estructuras tau y beta-amiloides es responsable del proceso degenerativo. Estas sustancias proteicas se acumulan debido a procesos metabólicos defectuosos en el cerebro, donde se depositan provocando la muerte de las células nerviosas. La proteína beta-amiloide se deposita entre las células nerviosas, donde forma placas, y también en las paredes vasculares, empeorando su permeabilidad. El resultado son alteraciones en el transporte de oxígeno y nutrientes al cerebro. 


La proteína Tau se deposita en el interior de las células nerviosas, formando filamentos denominados ovillos neurofibrilares. Estos fenómenos provocan una respuesta inflamatoria activa y extensos daños neuronales, con la consiguiente reducción del volumen cerebral y deterioro de la actividad de los neurotransmisores. 


La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la muerte neuronal asociada a un deterioro creciente de la memoria y otros trastornos como dificultad para realizar las actividades cotidianas, trastornos del lenguaje, desorientación espacial y temporal y cambios de personalidad. Aunque la enfermedad no tiene cura, un estilo de vida correcto y una dieta sana pueden prevenirla o ralentizar su progresión. 


Según varios estudios, una dieta rica en ácidos grasos omega-3, contenidos en el pescado y algunas oleaginosas, así como en frutas y verduras, ayuda a prevenir los trastornos cognitivos leves, que a menudo anticipan el Alzheimer.



Según un nuevo estudio, el omega-3 estimula la eliminación de beta-amiloide del cerebro


En el reciente estudio chino, los científicos investigaron el papel de los omega-3 en la función del sistema glinfático, un sistema que drena los desechos del cerebro y actúa de forma similar al sistema linfático, pero está regulado por las células glía del cerebro. De hecho, el cerebro no puede utilizar el sistema linfático como el resto del cuerpo para eliminar los residuos del metabolismo celular porque está aislado por la barrera hematoencefálica, la estructura entre la sangre y el tejido nervioso. 


El estudio realizado en ratones de laboratorio demostró que la suplementación con aceite de pescado rico en omega-3 es capaz de mejorar la función del sistema glinfático, facilitando así la eliminación de la proteína beta-amiloide del espacio intercelular del cerebro y limitando las lesiones que provocan las placas. Como explicó Thoru Pederson, redactor jefe de The FASEB Journal, este estudio pone de relieve una capacidad diferente de los ácidos grasos omega-3: además de su papel en el mantenimiento de la salud vascular, los ácidos grasos omega-3 pueden tener un impacto directo sobre las neuronas y otras células cerebrales.



Detalles del estudio

Para llegar a su descubrimiento, los científicos estudiaron ratones transgénicos de laboratorio que expresaban altas cantidades de omega-3 en el cerebro, y mostraron una mejor función glinfática y una mayor eliminación de la proteína beta-amiloide del tejido cerebral, en comparación con los ratones normales. 


Cuando se administraron suplementos de omega-3 por vía oral, los investigadores descubrieron que incluso en ratones normales aumentaba la capacidad de eliminar moléculas nocivas a través del sistema glinfático, y que éste respondía al omega-3 estimulando la eliminación de la proteína beta-amiloide extracelular.



La acción de los omega-3 para contrarrestar el Alzheimer se basa en varios mecanismos

Los resultados de este estudio demostraron un nuevo mecanismo por el que los omega-3 ejercen funciones protectoras contra la enfermedad. Otras estrategias por las que los omega-3 contrarrestan la aparición o progresión del Alzheimer son diversas y han sido confirmadas por numerosos estudios en los últimos años. 


Algunos descubrimientos importantes fueron realizados por investigadores del Karolinska Institutet (Suecia), que demostraron que los omega-3 pueden atravesar la barrera hematoencefálica y modificar la composición de ácidos grasos de las neuronas. Además, según el mismo estudio, los suplementos de EPA y DHA son capaces de influir en la cantidad de sustancias nocivas en el cerebro de los enfermos de Alzheimer, actuando positivamente en los procesos neurodegenerativos. 


A esta investigación le siguió otra más compleja que mostraba cómo una bebida formulada con altas dosis de DHA y EPA y otros nutrientes neuroprotectores, como vitaminas del grupo B, administrada a enfermos de Alzheimer se asociaba a una mejora de la capacidad de los sujetos para realizar actividades cotidianas y a una mejor orientación espacial. 


La mayoría de los mecanismos por los que los omega-3 pueden actuar sobre los síntomas de la enfermedad de Alzheimer aún no se han investigado, pero sin duda están relacionados con sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. En concreto, el DHA, el omega-3 que más se encuentra en las membranas de las neuronas, puede contrarrestar el daño oxidativo que aparece en las primeras fases de la enfermedad y que conduce a la pérdida de neuronas, mientras que ciertas moléculas derivadas del omega-3 pueden prevenir e invertir la progresión de la enfermedad de Alzheimer al estimular la curación de la inflamación y la reabsorción de la proteína beta-amiloide. 


Además de los estudios sobre el DHA, otros estudios clínicos han demostrado que el EPA desempeña un papel en la fisiología cerebral al aumentar el flujo sanguíneo cerebral, con efectos sobre la capacidad cognitiva y el comportamiento. Así pues, han surgido varias líneas de investigación para estudiar nuevas estrategias que puedan mejorar la función cerebral y retrasar o prevenir la aparición del Alzheimer aprovechando las propiedades de los omega-3 para proteger la función y la estructura cerebrales.

 


Aumentar el consumo de DHA con suplementos de Omegor

Por lo tanto, consumir DHA es crucial para la salud cerebral. En este sentido, los suplementos Omegor pueden ayudar a alcanzar las cantidades adecuadas y proteger la salud cerebral y mucho más. 


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Fuente: Huixia Ren, Chuanming Luo, Yanqing Feng, Xiaoli Yao, Zhe Shi, Fengyin Liang, Jing X. Kang, Jian-Bo Wan, Zhong Pei and Huanxing Su. (2016). 'Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 promueven la eliminación de amiloide-β del cerebro a través de la mediación de la función del sistema glinfático'.